EL BIERZO
La CHMS instala cinco sirenas para alertar de la rotura del pantano
En el edificio Uría, el instituto Gil y Carrasco, Flores del Sil, el Temple y Toral de Merayo.
Si la presa del pantano de Bárcena se rompiera alguna vez las sirenas comenzarían a sonar en lo alto de las nueve plantas edificio Uría de la plaza de Julio Lazúrtegui —el pequeño ‘Flatiron’ de Ponferrada porque tiene la misma forma triangular que el mítico rascacielos de Nueva York— en el tejado del instituto Gil y Carrasco en la parte alta de la ciudad, en el parque del Temple, en las inmediaciones del campo de fútbol de Flores del Sil y en el acceso a la localidad de Toral de Merayo. Si hubiera riesgo de desbordamiento, o peligro de una gran avenida de agua, si los técnicos descubrieran que la presa de Bárcena, pero también el dique del Collado o la Fuente del Azufre dejaran de ser seguras, el sonido de la alarma llegaría a los ponferradinos con un timbre electrónico desde cinco lugares estratégicos de la ciudad y lo suficientemente nítido como para que se oyera en todo el casco urbano. Porque la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) concluía ayer la instalación en la capital berciana del último de los cinco dispositivos electrónicos previstos en el nuevo sistema de alarma del pantano de Bárcena, que incluye otras cinco sirenas más fuera de Ponferrada y ha supuesto una inversión de casi un millón de euros.
Si el pasado viernes, el organismo que gestiona la cuenca del Sil instalaba una sirena electrónica en el instituto de la parte alta de la ciudad, ayer era uno de los edificios más altos y mejor situados de la ciudad, en la desembocadura de la avenida de España y de la calle Camino de Santiago en la plaza Lazúrtegui ,el que recibía la visita de una enorme grúa de gran tonelaje, para curiosidad de los numerosos transeúntes que circularon por el centro urbano durante la mañana. La CHMS ha tenido en este caso que expropiar en litigio a los dueños del inmueble, la familía Uría que a comienzos de los años sesenta cambiaba la línea del horizonte de la ciudad con el espigado edificio de la plaza Lazúrtegui, una pequeña superficie en la azotea, ante la falta de acuerdo, según confirmaba el concejal de Medio Ambiente, Roberto Mendo. En otros casos, como en el instituto público Gil y Carrasco, la cesión ha sido gratuita. Y lo mismo ha ocurrido, por ejemplo, en el parque del Temple tampoco ha sido necesario expropiar al tratarse de una propiedad municipal
La CHMS ya aprobó en enero de 2018 una inversión de 930.000 euros para instalar una decena de sirenas electrónicas aguas abajo del pantano de Bárcena y ofrecer «la cobertura acústica necesaria para que en toda la zona se alcancen los niveles sonoros perceptivos», explicaban entonces desde el organismo de cuenca.
Una sala de emergencias controlará de forma remota todo el sistema desde el poblado de Bárcena con equipos informáticos que activarían las alarmas en caso de peligro. La señal sonora también podrá activarse desde el Centro de Control de Cuenca (Cecu) en Orense. La CHMS todavía tendrá que probar el funcionamiento de las nuevas alarmas, como viene haciendo con otros equipos similares.
El Consejo de Ministros declaró urgente el uso del suelo necesario para instalar el sistema de alarma en marzo del pasado año. La falta de acuerdo con los propietarios del edificio Uría ha demorado la instalación, confirmaba ayer la CHMS.