Diario de León

El desarme de Anllares costará 8 M€ y creará entre 30 y 60 puestos de trabajo

Lezama Demoliciones se encargará de los trabajos, que durarán entre tres y cuatro años.

Exterior de la central térmica de Anllares (Páramo del Sil) en una imagen de archivo. DL

Exterior de la central térmica de Anllares (Páramo del Sil) en una imagen de archivo. DL

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maría carro | ponferrada

La empresa vasca Lezama Demoliciones será la encargada de desmantelar la central térmica de Anllares (Páramo del Sil) después de haber resultado adjudicataria del contrato ofertado por Naturgy (66,6%) y Endesa (33,3%), las dos propietarias de una instalación de producción eléctrica que empezó a funcionar en 1982 y fue apagada el pasado mes de diciembre. La operación costará ocho millones de euros y para la ejecución de los trabajos, cuya fase previa comenzará en cuestión de días y que se prolongarán durante tres o cuatro años, se primará la contratación local. En principio, se crearán 30 puestos de trabajo directos y «en los momentos de punta de actividad, se estima que habrá cerca de 60 personas dedicadas a las labores de desmantelamiento», según explicaron fuentes de Naturgy.

Como ya adelantó Diario de León hace algunas semanas, el desarme afectará a todas las instalaciones de producción, pero no a los edificios anexos, caso del taller mecánico, el taller eléctrico, la zona de comedores y cocina, el taller de instrumentación, el almacén general y el edificio de oficinas. Estos se mantendrán en un sitio a fin de servir a cualquier otra actividad empresarial dispuesta a instalarse en la zona. Un objetivo en el que está trabajando directamente el Ayuntamiento de Páramo del Sil. «En el proyecto de desmantelamiento se ha prestado especial atención a los aspectos sociales. Muestra de ello es la disposición de los socios de Anllares para la cesión de edificios y terrenos al Ayuntamiento, con el fin de favorecer la creación de nuevas actividades empresariales y empleo», apuntaron desde Naturgy. Eso sí, sobre los avances que pudiera haber al respecto, en unas conversaciones en las que se han involucrado otras administraciones superiores, nada se ha dicho todavía.

Hace ya seis años que Naturgy comunicó al Gobierno la «imposibilidad de cumplir los límites de emisión recogidos en la Directiva de Emisiones Industriales (DEI) y fue en el mes de mayo de 2017 cuando se solicitó formalmente la solicitud de cierre de la central. La autorización para hacerlo llegó en noviembre del año pasado y a finales de año se pulsó el botón de apagado. Entonces, se inició el proceso administrativo necesario para ejecutar el desmantelamiento y la burocracia ya está resuelta. El último escalón fue la licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Páramo del Sil.

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