El congreso de los 1.100 años de
C. FIDALGO
Fue el bienaventurado Fructuoso quien, antes de ser santo, pero ya «insigne en méritos», y después de fundar el cenobio Complutese —por el vecino Compludo—, creó un pequeño oratorio con el nombre de San Pedro en el lugar donde hoy se levanta el monasterio de Montes. San Valerio amplió el edificio y el futuro San Genadio, junto a doce monjes, lo restauró en el año 895. Cuando ascendió en la escala de la iglesia hasta el Obispado de Astorga, Genadio «lo erigió de nuevo desde sus cimientos admirablemente, como se puede ver». Y lo hizo con el trabajo de los monjes, sin obligar a ningún lugareño a trabajar a la fuerza. Así fue como un 24 de octubre del año 919, y rodeado de los obispos Sabarico de Dumio, Frunimio de León y Dulcidio de Salamanca, consagró el templo.
Esto es lo que viene a decir en latín de la época la lápida fundacional del monasterio de San Pedro de Montes, piedra angular del congreso internacional sobre el histórico cenobio que, organizado por la Universidad de León (ULE), el centro asociado de la Uned en Ponferrada a través de la Cátedra de Turismo Sostenible que da entrada a instituciones como el Ayuntamiento, la Diputación, el Consejo del Bierzo y el Instituto de Estudios Bercianos, servirá para conmemorar el 1.100 º aniversario del cenobio como lugar consagrado al culto.
Investigadores nacionales e internacionales, expertos en Historia, Arqueología, Turismo o Epigrafía están convocados el próximo 24 de octubre para realizar un análisis de la situación del monasterio —reedificada su galería oriental y con planes de la Fundación del Hospital de la Reina para atraer a una empresa hostelera para continuar las obras—, de su entorno y de su historia. El curso lo coordinan la catedrática de historia medieval de la ULE Gregoria Cavero, el rector de La Encina, Antolín de Cela y el director de la Uned en Ponferrada, Jorge Vega.