El ajo negro tiene en el Bierzo a uno de sus referentes
m.c.cachafeiro
La realidad muestra también que en el Bierzo se puede apostar por el sector de la agroalimentación en sus múltiples caminos. El grupo Vallelongo, que así se llama la empresa berciana liderada por el joven emprendedor Carlos Pardo Álvarez, se ha convertido este último año en el principal productor de ajo negro del noroeste de España, además de estar presente en ferias y mercados con pimentón, quesos, vinagre...
Vallelongo nació en el pueblo de Ocero gracias al ímpetu de este joven que hoy tiene su centro de operaciones en Vigo, donde cuenta con una tienda con todos sus productos y también otros de la comarca del Bierzo.
El ajo negro es su seña de identidad. El ajo negro se comercializa cada vez más en la industria alimentaria para la elaboración de productos como morcilla, chorizo, queso, mahonesa... Como ingrediente para darle un sabor característico y aumentar notablemente sus propiedades, resalta este emprendedor.
Carlos Pardo se inició en su elaboración después de varios estudios, registros y permisos, ya que no era fácil adquirir los conocimientos de un producto que cuando él empezó apenas se elaboraba en España.
«Cuando comenzamos este proyecto todos pensábamos que la meta del ajo negro era que el diente tuviera una consistencia parecida a una gominola y sin apenas humedad porque era la textura que tenía el ajo negro que se encontraba en los supermercados; con el tiempo, descubrimos que el objetivo era un diente con la capacidad de mantenerse sólido y a su vez ser 100% untuoso como la mantequilla», explica.
La empresa complementa además otras líneas de producción tales como quesos, pimentón natural y vinagre.
Recientemente sus quesos han recibido un premio al mejor queso fresco en León
«Hemos conseguido una buena posición en el marco empresarial con la producción de quesos gourmet siendo únicos en el mercado varios de nuestros productos», recalca.
Además, cuentan con talleres de elaboración de quesos y pimentón para ferias y eventos.
«Tenemos una carpa romana con un molino de piedras de granito de los años 60 que arranca a manivela en el cuál se muelen los pimientos secos tal y como lo hacían nuestros ancestros. Está actividad está provista de paro de emergencia y demás sistemas de seguridad e higiene necesarias para realizarlo de manera legal en cualquier lugar».
Otra sorpresa es la vaca gigante de Vallelongo que no falta en ningún evento que se precie entre Galicia y León.
«El año pasado hemos realizado una veintena de talleres con nuestra vaca conectada a un simulador de ordeño que se llama Candela; el taller, además de los enseres propios de la actividad está provisto de lavamanos, un piano con las letras hechas de queso que suena de verdad, filmadora, envasadora... en el que cada participante se lleva el queso recién hecho envasado al vacío en una bolsa de tela de regalo», dice Carlos Pardo.
Además, este joven berciano es conocido como autor de la novela corta «Duérmete mi rey» que se puede encontrar en la Casa del Libro o en El Corte Inglés.