Torre del Bierzo
Torre quiere una red berciana de centros de la memoria del ferrocarril
El Ayuntamiento confía en recibir también los sillares del túnel número 20 desde León
Vallado para que no entren los vándalos. Sin ventanas. Sin uso, sin viajeros. Y con la ruina al acecho y la fachada todavía pintada de blanco. Así se encuentra el edificio principal de la vieja estación de Torre del Bierzo desde la construcción del apeadero abierto donde se suben y bajan los usuarios de los últimos trenes que se detienen en la localidad. Pero su situación podría cambiar si el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) acepta ceder o vender el inmueble a bajo precio al Ayuntamiento para acondicionar allí el aula ferroviaria con la que pretende recordar la vinculación del municipio con el ferrocarril y la tragedia del desaparecido túnel número 20, que en 1944 costo la vida de al menos un centenar de viajeros del tren correo 421.
El equipo de gobierno municipal, que ya había adelantado en abril su intención de abrir en Torre un museo dedicado al suceso de 1944, ya ha contactado con la Dirección de Comunicaciones y Recursos Humanos del Adif para plantearle a la administración una cesión del edificio abandonado o incluso la adquisición de la propiedad, según explica el concejal del área de cultura y patrimonio, Melchor Moreno. «Los trámites son complejos y va a ser difícil. Se trata de un proyecto a medio plazo, con vistas al final del mandato de cuatro años», puntualizó el edil, que tiene previsto trasladar la petición formal a la Subdirección de Relaciones Institucionales del Adif.
Moreno abre la puerta a que el administrador colabore con el Ayuntamiento y recuerda que si se consuma la cesión será necesario invertir en el edificio para acondicionar un aula donde exhibir objetos, maquetas, y documentos relacionados con el accidente y con el pasado ferroviario de Torre, hasta los años cincuenta uno de los lugares de mayor actividad ferroviaria de la provincia.
La estación comenzó su declive en 1954, con el traslado del personal de Renfe que regulaba el paso de los trenes, una vez instalada en Ponferrada la primera mesa de Control de Tráfico Centralizada. La estación siguió vendiendo billetes y acogiendo viajeros, pero a finales del pasado siglo cerró sus puertas y la administración acabó por construir el actual apeadero abierto donde se suben y bajan los últimos viajeros de los trenes regionales que todavía se detienen en Torre.
Moreno recordó además el interés del Ayuntamiento en recibir del Adif los dos sillares del túnel número 20 —el que lleva el número pintado en blanco y el que conserva la firma del cantero— trasladados a León cuando en 1987 se desmanteló el paso. El sillar con el número pintado languidecía esta primavera en un rincón de la estación de León, sin ningún indicador que explicara el valor histórico de la piedra.
Otros sillares del túnel donde se incendió el tren correo el 3 de enero de 1944, tras arrollar a una máquina de maniobras que posteriormente recibió el impacto de un tren carbonero, se encuentran en la iglesia de Santa Marina de Torre.
La intención del Ayuntamiento, como adelantó en su día el alcalde, es crear una red de aulas ferroviarias junto a Toral de los Vados y la vecina Brañuelas.
Para la primera quincena de octubre, además, Torre prepara una semana de actos dedicados al ferrocarril y al accidente de 1944, con la proyección del reportaje de TVE ‘El tren de los desaparecidos’, la presentación del libro del historiador Vicente Fernández y un viaje en tren de los escolares del municipio para conocer el museo de Brañuelas.