La lanzadera de empleo del Imfe logra el 65% de inserción laboral

Con el objetivo de facilitar el acceso al trabajo, el Ayuntamiento de Ponferrada también puso en marcha herramientas de ayuda, como la denominada Lanzadera de Empleo, que en su segunda edición ha finalizado con la incorporación al mundo laboral del 63% de las personas inscritas.

Tras cinco meses ofreciendo orientación laboral a una veintena de personas en desempleo, la II Lanzadera de Empleo de Ponferrada concluye, según los organizadores, «con buenos resultados», ya que 14 de los 22 participantes han encontrado trabajo en diferentes sectores.  

La II Lanzadera de Empleo de Ponferrada comenzó a funcionar en a mediados de marzo como una política público-privada en la lucha contra el paro, impulsada por Fundación Santa María la Real, Fundación Telefónica, y el Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imfe del Ayuntamiento de Ponferrada); contando para ello con la cofinanciación del Fondo Social Europeo.  

En esta ocasión, 22 personas en situación de desempleo, con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años; con diferentes niveles de estudios y trayectorias profesionales, han participado en esta segunda lanzadera en la localidad.  

Guiados por su técnica, Yolanda Álvarez, han realizado actividades para reactivar su búsqueda de trabajo. Han aprendido a desarrollar un plan de prospección laboral, a modernizar su currículum o actuar correctamente en una entrevista o proceso de selección. Han conocido nuevas técnicas de comunicación, marketing y marca personal; y han organizado un calendario de visitas a empresas.  

«Todas estas actividades han dado sus frutos, ya que 14 participantes han encontrado trabajo por cuenta ajena en diferentes sectores (ingeniería, agricultura, administración, turismo, industria, comercio, hostelería o diseño gráfico, entre otros); lo que conlleva un porcentaje de éxito del 63,63% en los cinco meses de la lanzadera», indican desde el Imfe. La técnica que ha coordinado la lanzadera está satisfecha con los resultados logrados en los cinco meses, no sólo por la tasa de inserción, sino especialmente por el cambio de actitud que han experimentado los participantes. «Son personas muy diferentes. Ahora cuentan con nuevos conocimientos, técnicas y herramientas para seguir realizando su prospección laboral; ahora tienen mayor confianza y seguridad para afrontar las entrevistas; más recursos», dijo.