Microclase para un futuro estudiante de Nanotecnología

Tiene 15 años, estudia primero de Bachiller en el instituto Beatriz Osorio de Fabero, y cuando sea adulto quiere manipular los átomos y las moléculas para fabricar productos a pequeña escala; o lo que es lo mismo quiere estudiar Nanotecnología en una escuela de ingeniería Pero ha estado a punto de cerrarse alguna puerta en su camino, a pesar de que es un estudiante exclente, o de obligar a su familia a trasladarse de Fabero a Ponferrada, por ser el único alumno del centro matriculado en dos asignaturas optativas; Dibujo y Tecnología industrial. La movilización de sus padres, de la asociación de padres y madres, el claustro del centro y también del Ayuntamiento de Fabero ha hecho posible que finalmente el joven talento de la localidad no tenga que mudarse o renunciar a sus aspiraciones, porque la Dirección Provincial de Educación ha dado marcha atrás y permitirá que reciba sus clases, en vista de que en el centro hay un profesor que puede impartirlas.

«La única opción que le dieron en la Dirección Provincial (de Educación) fue que se matriculara en Ponferrada. Pero si lo que nos preocupa es la España vaciada, que no nos la sigan vaciando», aseguraba ayer la alcaldesa, Mari Martínez, después de que desde el claustro le confirmaran la rectificación de Educación.  

Aunque la normativa establece que debe haber un mínimo de siete alumnos para que se imparta una asignatura optativa en el centro, el claustro y los padres se han agarrado a un artículo en el reglamento que abre la puerta a excepciones en aquellos lugares donde solo haya un único centro de Secundaria. Y ese es el caso de Fabero, donde el adolescente en cuestión, que estos días estaba muy afectado, pudo respirar ayer con alivio.  

Que en el futuro pueda manipular la materia para fabricar ‘nanoproductos’, o imaginar la forma de diseñarlos, ya solo depende de él.