La Ciuden reclama regresar a la sede de Compostilla

Las instalaciones de la vieja central térmica de Compostilla I y el entorno de las oficinas de las viejas oficinas de Endesa en Ponferrada siguen languideciendo. Aunque con la llegada de Arsenio Terrón al frente de la dirección general de la Ciuden han mejorado las cosas, dado que se ha limpiado en parte la maleza, la acción de los vándalos sigue causando problemas.

El director general de la Ciuden asegura al ser preguntado por la situación que cuentan con video vigilancia, pero ha admitido que han tenido algún incidente. «Cierto es que ha habido en alguna ocasión algún pequeño vandalismo; no ha sido importante, porque la compañía que nosotros tenemos contratada responde de manera muy, muy rápida; y sí que es verdad que han dejado ahí una muestra alguien y no pudimos evitarlo», explica Arsenio Terrón.  

Con todo, el responsable de estas instalaciones advierte que, aunque la plantilla que trabaja para la Ciuden no está en ellas, sí intentan «mantener el control» sobre los edificios y su entorno.  

En la Ciuden esperan la puesta en marcha de nuevos planes, pero la situación política es la que es y la convocatoria electoral y los presupuestos condicionan todo. «Estamos a la espera de poder recuperar y volver a trasladarnos a esas oficinas; con lo cual se evitaría en cierta medida ese pequeño vandalismo; y no quiero ni llamarlo vandalismo, porque han sido pequeñas muestras, a veces de menores de edad que, quizá por sentirse un poco más transgresores han hecho alguna de esas cosas. Vamos a recuperarlo todo», explica Arsenio Terrón.  

Con todo, el director general de la Ciuden estima que la situación de impas que se vive de cara a las inversiones que se precisan en el Bierzo, y en concreto a lo que hace referencia a los planes de la propia Ciuden, no tienen en su totalidad que ver con la falta de presupuesto y los meses pasados de falta de entendimiento político que acabó en la convocatoria de nuevas elecciones. «Bueno, todo ayuda, pero tampoco ese es el tema fundamental; es decir, en ese sentido, nosotros seguimos avanzando. Nosotros claramente dependemos del Gobierno de España, pero seguimos haciendo cosas. Igual que el Gobierno trabaja, nosotros trabajamos y esperamos hacer cosas en ese sentido para el traslado a esas oficinas (desde Cubillos del Sil a las situadas en el barrio ponferradino de Compostilla)».  

Otro de los temas preocupantes hace referencia a la imponente colección de helechos traídos a Ponferrada desde diferentes puntos del planeta, que supusieron una inversión millonaria, y que ahora mismo están aparcados en la primera planta de lo que fue la central térmica de Compostilla I, en Ponferrada. Siguen sin poder ser vistos por el público. «Hay planes, lo que pasa que de momento no podemos enseñarlos. Es un problema meramente de un papelito, que en el momento en el que esté resuelto, la ciudadanía no debe preocuparse, porque, más ganas que yo de enseñarlos a toda la ciudad, a todos los ciudadanos y a todos los medios, no tiene nadie; lo puedo asegurar y pido que me crean», resalta Terrón. Y abunda: «Tenemos allí una auténtica joya; yo no paro de decir a todos que en Europa no hay una colección que pueda mostrar lo que nosotros tenemos, pero necesitamos poder abrirlo y para ello necesitamos contar con todas las exigencias que nos obliga la Administración». Eso sí, el director de la Ciuden certifica con sus palabras que se abrirá «lo antes que podamos, porque las ganas que tengo de que se abra son infinitas». Es la Administración central la que tiene que hacer una última gestión final para abrirlo al público. «Eso conlleva unas exigencias económicas que, de momento hoy no podemos abordar, pero estamos en ello; las cosas van más despacio de lo que yo quería, pero van», dice Terrón. El problema es acondicionar el entorno,no tanto ya la instalación interior.