CULTURA
Veronese llega el jueves al Bergidum con ‘7 años’
La función es adaptación de la primera película que produjo Netflix en España
Con un reparto integrado por Miguel Rellán, Carmen Ruiz, Eloy Azorín, Juan Carlos Vellido, y Daniel Pérez Prada, Veronese dirige 7 años, una adaptación de la primera película que produjo Netflix en España en 2016. La función llega al Bergidum dentro del programa Platea el próximo jueves, 17 de octubre (20,30 horas). Previamente, el actor de origen berciano Miguel Rellán dejar las huellas de sus manos impresas en la acera del teatro.
Cuatro personajes, tres hombres y una mujer, se reúnen en el ‘loft’ que ocupan sus oficinas en el centro de Madrid, fuera de su horario laboral. No es un encuentro festivo, y aunque los cuatro se conocen desde hace años,tampoco es un encuentro amistoso. Sus peores temores se han cumplido, el fisco les ha pillado y es cuestión de horas que la policía entre en la empresa a detener a los cuatro.
Según sus abogados, la mejor opción, tanto para ellos como para la empresa, es que uno de los cuatro se entregue y asuma la responsabilidad de los delitos cometidos, algo que le llevará a pasar siete años en prisión. La solución no les parece mal pero lleva un inconveniente implícito...¿Quién asume la culpa? ¿Cuál es el precio de pasar casi una década entre rejas?.
El argentino Daniel Veronese tiene un don para crear ambientes cargados en escena. Es una de las virtudes que han hecho de él uno de los directores más reclamados tanto en su país como en España, no solo en los teatros alternativos donde labró su estilo sino también en los comerciales, donde últimamente se prodiga bastante. 7 años no pierde el toque Veronese: la bronca se respira desde el primer minuto y uno sabe que en cualquier momento va a estallar la bomba.
Los elementos dramáticos están tratados con suma efectividad: una sólida construcción de personajes que marca en su inicio, tipologías claras que van mutando hacia otras más oscuras, pero totalmente creíbles por su forma de exponer la naturaleza humana y sus bajos instintos. Por otra parte, los diálogos mantienen un exquisito equilibrio entre el drama, la violencia, el humor y el cinismo. Además, el trabajo del elenco está medido a la perfección y las interpretaciones son excelentes.
Una función bien construida e interpretada, con ese toque de autenticidad con que Veronese sabe construir sus personajes, tan humanos, tan llenos de contradicciones, deseos y miedos, y con esa forma tan directa de transmitir estas emociones, sin anestesia previa.