La última del Diario
El Campano se parte después de 800 años
El viento y la nieve del último temporal desgajan parte del castaño más grande de España, toda una "catedral vegetal" de 32 metros de altura en Villar de Acero
Lleva allí más de ochocientos años. Y ha crecido tanto, hasta alcanzar una copa de 32 metros de altura y un tronco de 16 metros de perímetro, que el enorme peso de sus ramas no ha resistido a la fuerza del viento y de la nieve del último temporal. El Campano, el castaño más grande de España y entre los árboles monumentales más longevos, «una catedral vegetal», en palabras de su propietaria, Cristina González, se ha roto.
«Es tan grande como un edificio», decía ayer González, esperanzada porque el árbol que da nombre a un paraje de Villar de Acero (Villafranca del Bierzo) sigue vivo y aún se puede alargar su longevidad, después de comprobar cómo el temporal desgajaba dos de las cuatro ramas principales que parten de la raíz y tres más pequeñas, sin afectar, eso sí, a su legendaria altura. A la espera de que técnicos de la Junta inspeccionen el árbol protegido desde 2006, la Asociación A Morteira, que lleva un control de todos los árboles monumentales del Bierzo, ya ha pedido un plan de actuación. A Morteira ya había advertido de que algo así podía pasar, aunque la propietaria nunca se ha sentido abandonada por la administración. De hecho, el botánico Bernabé Moya recomendó hace 16 años que no se podara.
Así que El Campano está roto, pero no muerto. Este otoño seguía dando castañas. Y su propietaria está convencida de que aún no ha llegado su hora. «Nosotros nos iremos y él seguirá allí».