Un ejército de mujeres en defensa de las mujeres

«El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves». Con estas palabras empieza la letra de la canción que un grupo de mujeres interpretó ayer en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada, convocadas por la Plataforma Contra las Violencias Machistas del Bierzo y Laciana. Vestidas íntegramente de luto, con los ojos vendados con una tira de tela del mismo color y un pañuelo morado atado al brazo, todas dieron forma a ‘Un violador en tu camino’, la performance creada por un colectivo feminista chileno para denunciar el acoso, la agresión y las violaciones de los derechos de las mujeres que ha recorrido el mundo entero desde que se viralizó a través de las redes sociales el pasado mes de noviembre.

«Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eras tú», prosigue la canción interpretada al ritmo de la percusión de dos tambores que enmudecieron a los congregados en la plaza del Ayuntamiento. Una acto de queja, reivindicación y lucha que sigue la estela internacional pero que adquirió un marcado carácter nacional con la lectura de un manifiesto elaborado por la Asamblea Feminista de Aranda de Duero. En él, quedó patente el apoyo sin fisuras a la víctima de los tres jugadores de la Arandina, una niña que entonces tenía 15 años y que ayer estuvo en la boca y el pensamiento de todas las mujeres y hombres que, al grito de «¡Hermana, yo sí te creo!», criticaron a quienes han promovido concentraciones o actos de apoyo a los tres condenados.

«El hecho de que un grupo de personas se manifieste abiertamente en contra la versión de una menor de 16 años sobre los abusos recibidos deja en evidencia que aún tenemos mucho camino que recorrer para entender qué es realmente un abuso o una violación», recoge el manifiesto leído, insistiendo en que violencia también es «guardar silencio ante la violencia» y «justificar hechos injustificables».

«Duerme tranquila, somos hermanas, sin preocuparte del machirulo, que por tus alas, mujer valiente, velamos todas, ahora y siempre», recoge también la canción de la performance interpretada ayer. Un mensaje diferente a los anteriores. Es vez no de denuncia por lo que no se hace, sino de respaldo y protección a las víctimas. «El descrédito sistemático a nuestra palabra sigue impidiendo que las mujeres nos sintamos libres y seguras para denunciar las agresiones que sufrimos», apunta el manifiesto que insiste en la necesidad de acabar con los roles de una educación que «nos enseña a nosotras a tener miedo y extremar las precauciones y no a ellos a respetar nuestros cuerpos y libertades».