La presencia de Cesefor en el Bierzo acelerará el parque micológico

La razón de ser de Cesefor (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León) es la de contribuir al desarrollo integral del sector forestal a través de la investigación, la innovación y el fomento de la sostenibilidad, siempre priorizando la conservación de los recursos naturales. Un objetivo del que no solo forma parte la industria maderera, sino también todos los productos que se pueden encontrar en entornos forestales. La castaña, desde luego, pero también las setas. De hecho «uno de los ejes prioritarios de nuestro trabajo es la micología», asegura el director de Cesefor, Pablo Sabín. Por eso, la apertura de una oficina de esta fundación en Ponferrada puede suponer el impulso definitivo al proyecto de parque micológico promovido por el Consejo Comarcal del Bierzo, con el visto bueno de una treintena de junta vecinales y más de 15.000 hectáreas.

La institución berciana ha dado pasos de gigante en los últimos meses con la aprobación de una ordenanza para regular todo lo relacionado con los terrenos y el aprovechamiento de setas y hongos, pero el proyecto está paralizado ante la falta de pronunciamiento de la Junta de Castilla y León sobre la idoneidad de la documentación presentada. Es ahí donde el papel de Cesefor puede ser fundamental, más ahora que la explotación del sector forestal se ha erigido como uno de los pilares económicos de la nueva era del Bierzo.

«Nosotros estamos trabajando muy estrechamente con la Junta de Castilla y León en el proceso de regulación micológica y estando presentes en el Bierzo, vamos a estar en disposición de brindar todo el apoyo que sea necesario para la creación del parque micológico», afirmó Sabín, explicando que el papel de Cesefor será el de «estar a caballo entre lo público y lo privado». «Estando en permanente colaboración y coordinación con la Junta de Castilla y León, dada nuestra naturaleza de fundación privada, estamos también muy en contacto con los sectores de actividad, con la población y con las entidades del territorio y hacemos de nexo de unión», dijo.

Por lo tanto, el papel de Cesefor es de «promotor y dinamizador» y precisamente es esto lo que le hace falta al parque micológico del Bierzo para echar a andar de una vez por todas. La oficina que la fundación acaba de abrir en el Campus de Ponferrada puede marcar el punto de inflexión. Un despacho desde el que ya se ha anunciado que se van a tramitar todas las certificaciones de gestión forestal sostenible de Castilla y León. Otro plus para la comarca, donde todavía son muy pocas las hectáreas certificadas. Ahora tiene la oportunidad de ganar en lo que a aprovechamiento sostenible de los recursos forestales se refiere y, con ello, calidad.

«Actualmente, la superficie certificada del Bierzo es pequeña, porque uno de los requisitos para conseguir la certificación es tener un plan de gestión aprobado por la Junta de Castilla y León y hay poca superficie que tenga ese plan en el Bierzo. Pero estoy convencido de que la presencia de Cesefor aquí va a ser un aliciente», consideró Pablo Sabín. La principal ventaja: «el reconocimiento frente a la sociedad», que cobra especial importancia en el caso de las superficies de titularidad pública,

El sello de certificación de gestión forestal sostenible es una garantía para el consumidor y una «herramienta comercial» para las empresas transformadoras y comercializadoras», afirma el director de Cesefor. Con ello se consigue un mejor posicionamiento en el mercado, ya que acredita la procedencia y la sostenibilidad del producto y se puede garantizar también un precio más ventajoso, especialmente en los momentos de déficit de madera u otro producto.