Asaja cifra en 190.000 las toneladas de paja que quedarán en el campo sin uso

Después de que el día anterior el consejero de Medio Ambiente hablase de la necesidad de más de 70.000 toneladas de paja agraria para la planta de biomasa de Forestalia en el Bayo, Cubillos del Sil, ayer la organización agraria Asaja León advertía que 190.000 toneladas de paja quedarán en los campos leoneses por falta de compradores. Según ha informado el sindicato en un comunicado, tras una campaña de cereales que será buena aunque no tanto como se esperaba, ya se ha constatado la abundancia de paja de cereal en toda España y también en la provincia de León, lo que aboca a dejar una buena parte de ella en las tierras al no tener salida al mercado. «El sector ganadero no puede asumir toda la producción, y al ser este un producto de poco valor que tiene un almacenamiento costoso, la mayoría de los agricultores cerealistas optarán por dejarla en las tierras», ha explicado Asaja.

Se pierde así una fuente de ingresos, y aunque la incorporación al terreno mejora la materia orgánica del mismo, esta práctica agronómica no es deseada por la mayoría de los productores ya que en el proceso de descomposición reduce los niveles de nitrógeno de la tierra, ha apuntado la organización mayoritaria en el campo leonés.

Asaja estima que en las 105.000 hectáreas de cereal de invierno que se han cultivado en la provincia, el 26,9% en regadío, se van a producir unas 420.000 toneladas de paja, de las cuales 190.000 se van a quedar en el campo sin recoger.

La paja más apreciada para la alimentación animal es la de avena y cebada, y en el extremo contrario está la de trigo, triticale y centeno. «Un año como este el valor de la paja es residual, pues los márgenes se van en la labor de empacado, carga y transporte desde las fincas a las explotaciones de consumo», ha añadido el sindicato. La provincia de León es la más interesante desde el punto de vista de la distancia para los compradores de Galicia, Asturias y norte de Portugal.