Los ‘parches’ para reparar el Canal Bajo dinamitan el presupuesto anual
El deterioro avanza a pasos agigantados y se lleva la práctica totalidad de los 600.000 euros
Tras quince años de tira y afloja y dos propuestas millonarias de financiación, los regantes del Canal Bajo del Bierzo aceptaron hace casi dos años acometer la modernización de la principal arteria de riego de la comarca. Un proyecto de 57 millones de euros
y una decisión que, de momento, no se ha traducido en nada más que pasos administrativos y la constitución de los grupos de trabajo que se encargarán de las concentraciones parcelarias. Precisamente, ayer se creó el que faltaba, en Toral de Merayo (Ponferrada), que se suma así a los ya formados en Carracedelo, Camponaraya y Dehesas. Pero mientras la acción pasa del papel al terreno, la infraestructura se deteriora a un ritmo alarmante y la práctica totalidad del presupuesto anual de 600.000 euros que tiene la comunidad de regantes se va en «parches», explicó su presidente, José Luis Prada.
«Yo creo que no podemos aguantar en estas condiciones más de tres años. Como el proyecto de modernización no arranque, esto se va dejando y cada vez estamos peor», aseguró el hombre que representa a los más de 6.000 comuneros del Canal Bajo del Bierzo. «En cualquier momento puede pasar algo», añadió. Y es que cada año que pasa es peor. El deterioro afecta a la infraestructura de riego a nivel general. «Se pierde mucha agua por los caminos. Cada vez regamos menos hectáreas y nos cuesta más regar, nos es más difícil. Antes se regaba mucha más superficie, ahora son en torno a las mil hectáreas y estamos peor», apostilló.
«Esto se viene abajo», advirtió el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal Bajo del Bierzo. El problema afecta a todas las acequias, tanto principales como secundarias. De hecho, estas últimas están en peor estado. «Si no se llegara a hacer el proyecto de modernización que hemos aprobado, arreglar todo el canal nos costaría mucho más dinero por las condiciones en las que está», afirmó José Luis Prada.
«Las canaletas están rotas» a lo largo de todo el canal y ello obliga a intervenciones continuas a lo largo del año para minimizar la pérdida de agua. A los arreglos hay que sumar también las limpiezas. «En algunos sitios, en lugar de poner bloques de hormigón ya se van poniendo tuberías, que además son más económicas y nos permite abaratar los costes de las obras; pero no dejan de ser parches que no solucionan el problema real», insistió Prada.
En esta situación, la comunidad de regantes pide celeridad administrativa para poder sacar adelante el proyecto lo antes posible. Cuanto más tiempo pase hasta el inicio de las obras, más dinero habrá que gastar en trabajos de reparación que solucionan el problema de manera temporal, sin garantías de que lo que se arregla no vuelva a generar problemas a corto o medio plazo. «El mal estado de la infraestructura no es nuevo, pero sí más preocupante», dijo Prada.