Balboa pone a cubierto su castillo

Cuatro son ya las fases de actuación ejecutadas en el Castillo de Balboa para garantizar su supervivencia. Ayer mismo se firmó la última obra que se llevará a cabo y que se centra en la torre del homenaje, que requiere de una intervención urgente para reconstruir su cubierta para protegerla de las inclemencias meteorológicas de la temporada que se avecina. De ello se encargará la empresa Rubén Santín Vecín, que ha sido la adjudicataria de un contrato de algo más de 50.600 euros. El plazo de ejecución establecido es de un mes, precisamente ante la urgencia de dejar resueltas las deficiencias antes de que empiece el mal tiempo. La filtración de agua y las bajadas de temperatura pueden debilitar aún más los muros de 2,50 metros de anchura de esta torre.

El delegado territorial de la Junta en León, Juan Martínez Majo, fue el encargado de firmar el acta de replanteo de unas obras financiadas por la Dirección General de Patrimonio. El Ayuntamiento de Balboa, que ha aportado el proyecto redactado por el arquitecto Fidel Ramón, se ha encargado de la gestión del conjunto de intervenciones en el monumento, contando para ello con sus aportaciones y las subvenciones de otras administraciones.

Una cubierta a cuatro aguas y el remate superior de los muros del adarve de la torre. Esto es lo que se va a construir para proteger la torre del Castillo de Balboa. Y no solo eso, sino que la intervención también permitirá habilitar en el futuro un acceso a los diferentes niveles de uso originales y remate superior de la torre. «Se trata de una actuación importante con perspectiva de futuro, puesto que la Junta ha hecho la parte arqueológica, reconstruyendo esa torre, pero habrá más actuaciones para que este tipo de monumentos se pongan en valor debido a su gran potencial turístico», señaló Majo.

Desde la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León recordaron que una actuación en un edificio de estas características requiere de un importante estudio e investigación no solo de las características constructivas, sino también un análisis arqueológico e histórico de la fortaleza.

«En los distintos proyectos presentados, se van añadiendo en las memorias los avances del conocimiento general del castillo, ampliándose así la documentación a medida que se realizan las mismas obras y se encuentran restos que evidencian lo que antaño fue este enclave. Datos que después son interpretados para, posteriormente, acometer las tareas de consolidación de la manera más rigurosa, basada en los estudios previos que requiere un Bien de Interés Cultural», subrayaron fuentes de la Consejería de Cultura de Castilla y León.