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Las castañicultura teme pérdidas del 50%

Los castaños de la zona del Bierzo Oeste están muy afectados por la acción de la avispilla La suelta del Torymus está funcionando, pero sus efectos prácticos se verán aún en dos o tres años

Ponferrada

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«La mitad de la cosecha de castañas de este año, como poco, se habrá perdido por culpa de la avispilla». La frase es del alcalde de Corullón, Luis Alberto Arias, conocedor de primera mano de la pésima situación actual de los castaños, en un municipio eminentemente agrícola que ha impulsado intensas campañas de recuperación de sotos que estaban casi abandonados.

Para que un profano en la materia lo entienda, la culpa de que este año se reduzca a la mitad la cosecha de castañas se encuentra en el hecho de que la avispilla inocula sus huevos en los castaños y al crecer ocasionan una especie de bulto semejante a un haba o un garbanzo que asfixia por completo los brotes de donde salen los erizos en los que crecen las castañas.

Esto provoca que los castaños apenas tengan erizos en la actualidad, tan sólo en las puntas y muy pocos en los árboles más afectados, llegando incluso a secarlos. De hecho, a la vista, los castaños afectados por la avispilla ofrecen una estampa con «hojas tristes», amarillentas, camino de secarse.

Cosecha media

Una campaña normal de castañas en el Bierzo está en los 8 millones de kilos y el año pasado fueron 4 millones

Para hacerse una idea de la situación una cosecha normal de castañas se situaba en el Bierzo entorno a los 8 millones de kilos. El año pasado se recogieron 4 millones por falta de cuajado de la flor y la previsión de la presente edición estará por esa misma cifra, si no peor.

La zona más afectada sigue siendo la del Bierzo Oeste, por los municipios de Villafranca, Corullón, Barjas, Balboa, Trabadelo, Vega de Valcarce y también en parte de la zona de Oencia, otro de los grandes y principales productores de castañas junto con Sobrado. También hay avispilla por Las Médulas y la zona de Puente de Domingo Flórez, tras ser detectada por primera vez en el Bierzo Oeste en el 2017.

El sector de la castañicultura está preocupado porque los esfuerzos de inversión en recuperación de sotos de castaños, y también en inversiones importantes para llevar a cabo en el Bierzo la transformación y comercialización del producto se está topando con el gran problema de la avispilla, que diezma la producción como ya lo experimentaron hace años en Italia.

Una de las principales esperanzas para que los sotos de castaños del Bierzo retornen a los años de normalidad en su producción es la suelta del para parasitoide que se come a la avispilla, el Torymus sinensis. «la suelta de la avispilla está funcionando, pero hay que esperar a que se equilibre todo», resumen los técnicos de la Junta, coincidentes con los de la marca de garantía de la castaña.

Desde el 2017, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León han hecho cuatro campañas anuales de sueltas del Torymus. Este año la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal ha detectado buenos resultados en el estudio de implantación del Torymus en los sotos de castaños del Bierzo, machacando ya a la avispilla. De hecho, desde la Junta confirman que ya empiezan a «trabajar» las primeras colonias de nuevos ejemplares descendientes de las primeras sueltas de Torymus.

Ahora mismo, por la zona de Oencia, Barjas, Vega, Trabadelo y Balboa empiezan a verse las primeras castañas por el suelo de los sotos. Las lluvias de los últimos días han sido bien recibidas y se ve una cosecha adelantada.