Ciuden prueba nuevas formas de almacenar energía con hidrógeno, bombeos y geotermia

Gases como el hidrógeno. Aire comprimido. Centrales hidreléctricas de bombeo reversible que aprovechan las instalaciones de minas de carbón abandonadas. Y la geotermia que aprovecha el calor del interior de las galerías.

Son algunas de las nuevas formas de almacenar energía que la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) probará en sus instalaciones de Cubillos del Sil dentro del proceso de transición ecológico que busca un nuevo modelo energético con la descarbonización y en el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia de Transición Justa.

Aunque por un acuerdo de confidencialidad la Ciuden no puede avanzar los nombres de las empresas que recurren a sus equipos para chequear hasta 50 nuevas tecnologías de almacenamiento, el director de la fundación,

Arsenio Terrón, sí explica que se trata de «iniciativas de I+D+i que se impulsan en zonas de transición justa, de manera que actúen de palanca tecnológica y como alternativas para la generación económica y de empleo en las áreas afectadas por los cierres (del carbón y las térmicas)».

El trabajo que desarrollan los técnicos de la Ciuden en Cubillos sigue las pautas de la Hoja de Ruta del Hidrógeno y del borrador de la Estrategia de Almacenamiento Energético.

«Lo que hacemos es trasladar la investigación al mundo industrial mediante la validación de las nuevas técnicas de almacenamiento en nuestras instalaciones», asegura Terrón.

Se trata de comprobar hasta qué punto se puede aplicar en el mundo real de la industria energética lo que hasta ahora no pasaba del campo de la investigación científica y responder a las demandas de la vida real.