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Daniel Sánchez, en su primer trabajo. ASPRONA

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León

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Los participantes en los Itinerarios de Inserción Sociolaboral de Asprona Bierzo tienen nombres, apellidos y una ilusión demostrada por trabajar. Uno de ellos es Daniel Sánchez, que se ha convertido en un ejemplo de integración y superación. Tiene 33 años y en octubre empezó a trabajar como peón en el Ayuntamiento de Cabañas Raras. Es su primer trabajo, de momento con un contrato de tres meses.

Todo empezó en primavera, cuando se enteró de que buscaban gente para trabajar en el Ayuntamiento de Cabañas, a un par de kilómetros de donde vive con su familia. «Era mi primera entrevista de trabajo, me hicieron algunas preguntas y me puse muy nervioso», recuerda Daniel. Entonces no fue seleccionado, pero unos meses después le llamaron de nuevo. «Me dijeron si se seguía interesando en venir a trabajar y yo dije que sí, me sentí muy contento», añade. Y así, a la primera entrevista siguió la firma del primer contrato y el primer empleo.

«Me gusta hacer un poco de todo para aprender, pero la parte que más me gusta es la jardinería», confiesa el joven. Y es que, precisamente, Daniel realizó la especialidad de jardinería dentro de los Itinerarios de Inserción Sociolaboral para personas con discapacidad intelectual de Asprona. Sabe donde se mueve.

Aunque en unas semanas finalizará su contrato, dependiente de una de las subvenciones de la Junta de Castilla y León, Daniel y sus compañeros de trabajo confían en que pueda volver a la cuadrilla del Ayuntamiento de Cabañas. «No se encuentra a gente tan competente como él, tiene una gran capacidad para hacer el trabajo», subraya el encargado de mantenimiento, Daniel Núñez.

«El ejemplo de Daniel, como el de su compañera Mercedes en la tienda de Decathlon, demuestra la importancia del trabajo de las personas con discapacidad intelectual en entornos normalizados. Es todo un reto para asociaciones como Asprona. Y es que, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, solo el 20,2% de las personas con discapacidad intelectual de entre 16 y 64 años tienen un trabajo en España y mayoritariamente en centros especiales de empleo», explicaron fuentes de Asprona.