Diario de León

El autor de un incendio por imprudencia en Sésamo se enfrenta al pago de casi 50.000 euros por daños

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C. F. C. Redacción - PONFERRADA.
Ponferrada

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Una imprudencia en el momento de limpiar unos castaños le puede costar a A.G.G., de 76 años y natural de Sésamo (Vega de Espinareda), el pago de una indemnización de 49.500 euros (más de ocho millones de pesetas) por los daños causados por el fuego, que acabó afectando a un pinar, y entre seis y siete meses de prisión. A.G.G. reconoció ayer ante el juez que el incendio que el 1 de septiembre de 1999 calcinó 11 hectáreas según la acusación, y siete según el peritaje de la defensa, se debió a una imprudencia en la quema de rastrojos y desbroces, pero se mostró disconforme con la pena solicitada por el fiscal y las partes personadas -la Junta de Castilla y León y la Asociación Forestal de Castilla y León- por entender que la propagación incontrolada de las llamas se debió a un caso «de fuerza mayor». El Juzgado de lo Penal de Ponferrada dejó el caso visto para sentencia después de que tanto el fiscal, que pide siete meses de prisión, como la acusación, que rebaja la pena a seis meses, consideraran que a A.G.G. es responsable de un delito de incendio forestal por imprudencia grave. La Fiscalía y la acusación consideraron probado durante la vista oral que A.G.G. quemó desbroces sin autorización y en solitario, en un día de viento, y sin realizar ningún cortafuegos, aunque con el atenuante de que el acusado trató en todo momento de sofocar las llamas cuando el aire las propagó hacia unos matorrales. Arriesgó la vida por apagarlo La defensa admitió la imprudencia, pero la calificó de «simple», y por lo tanto no susceptible de ser juzgada por la vía penal, porque A.G.G. había tomado precauciones antes de quemar los rastrojos limpiando el perímetro de la finca. Agentes de la Guardia Civil de Toreno confirmaron que el acusado puso en riesgo su vida para intentar apagar las llamas.

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