REACCIONES TRAS LA SENTENCIA
«Los peritos sólo saben lo que Nevenka les quiso contar»
En opinión de Álvarez, entonces «se puso en marcha una terrible y cruel maquinaria mediática en mi contra, funcionando a piñón político fijo, sin analizar nunca razones. Este apoyo mediático le fue ofrecido a Nevenka en una reunión en Madrid previa a la presentación de la querella para que se animara a «dar el paso». En la reciente fase del juicio oral, periodistas independientes que realizan su trabajo honestamente con el fin de llevarse a casa un salario, recibieron múltiples presiones de grandes magnates mediáticos. Así se «coció» un auténtico linchamiento político». «¿Por qué llegó Nevenka a hacer todo esto? -se pregunta- A mí -afirma- todavía me sigue pareciendo increíble. Por eso pienso que han tenido que influir otras personas muchísimo en ella durante los meses anteriores a la querella, una vez desaparecida del Ayuntamiento. Está claro que primeramente se fue del Ayuntamiento y después se organizó todo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Para qué? Cada uno realizará su propia interpretación. De todos modos, me parece importante resaltar a este respecto lo siguiente: de todos sus amigos (Beatriz, Miguel Ángel, Zaida, Francisco, Paloma, Herminio), propuestos en la querella como testigos, ¡no apareció a testificar ninguno! Su abogado tuvo que sustituirlos por su madre, por su prima, por Doña Rosario Velasco (portavoz del PSOE en el Ayuntamiento) y por Doña Chelo Costa (locutora de la Cadena Ser, Grupo Prisa). Cada cual puede extraer sus propias conclusiones». Cree asimismo que se pueden hacer más reflexiones: «Primera: ¿Es muy creíble un acoso después del derribo? Pienso que, generalmente, cuando se dan estos casos, suceden al revés. Segunda: Sorprende mucho que, durante los meses que ella dice sufrir el acoso, no lo comenta con nadie, según ha resultado probado: ni con su familia, ni con sus amigos, ni siquiera se lo dice al psicólogo que la reconoce. Tampoco lo denuncia públicamente. Tarda nueve o diez meses en hacerlo». «Manifiesto mi respeto -asegura- a los Tribunales. He acatado el fallo del Tribunal con mi dimisión fulminante de los cargos públicos a pesar de que la sentencia no me obligaba a hacerlo. Ahora bien, está claro que discrepo totalmente de los dos Magistrados que me han condenado: Ni siquiera argumentan jurídicamente la condena. No mencionan ni un solo hecho probado. Parece que todo lo basan en la prueba pericial» «Creo -se queja Álvarez- que es tremendamente injusto por varias razones: a) Los peritos no tienen ningún conocimiento directo de los hechos. Sólo saben los que Nevenka les quiso contar. b) Manifiestan que Nevenka no es fabuladora. Yo no sé si lo será, pero en los autos hay unas cuantas mentiras suyas probadas. Puede ser que no fabule, pero está claro que mentir sí ha mentido. Además, ¿somos fabuladoras las otras 33 personas que ofrecimos versiones distintas a las de Nevenka. c) El único perito nombrado de oficio, en teoría el más creíble, manifestó que «ni afirma ni desmiente que haya existido acoso sexual». Está claro, pues, que no sirve de prueba. «Algo que demuestra claramente la debilidad de los fundamentos de derecho en los que se basa la sentencia condenatoria, es el voto particular perfectamente argumentado jurídicamente del tercer magistrado, solicitando mi absolución total. «Es esta una sentencia tremendamente injusta que acarrea consecuencias muy graves: En primer lugar se ha demostrado que existen jueces en este país capaces de condenar a alguien basándose sólamente en el testimonio de una persona. Esto produce, a mi modo de ver, una tremenda inseguridad jurídica. Sólo nos queda rezar para que nadie presente querellas infundadas contra uno. Sólo por el hecho de querer hacerlo, podrían prosperar. En segundo lugar, como demócrata, me parece tremendo que dos magistrados, con una sentencia sin argumentos y sin pruebas, hayan podido violentar la voluntad de miles de ciudadanos de Ponferrada. En las últimas consideraciones de su escrito, el ex alcalde de Ponferrada subraya: «No os podéis imaginar lo mucho que he sufrido y sigo sufriendo con todo esto. No sólo por mí, sino también y sobre todo, por lo mal que lo están pasando mis padres, mis hijos, toda mi familia, mis amigos y la gente que me quiere, que sé que es mucha». «Desde el mismo día que Nevenka anunció la querella -indicó- ya fui juzgado y condenado de forma automática y paralela por muchas personas que ni siquiera nos conocían ni a mí ni a ella. Quiero decirles a todos aquellos que se empeñan en presentar una imagen de mi persona falsa, burda e insultante que me ofenden terriblemente. Simplemente quiero que lo sepan. Para terminar, quiero desear a Nevenka que sea feliz. Que Dios me envíe a mí todos los males que yo pudiera desearle a ella. Sólo le pido, por favor, que ahora me deje ya. Me solidarizo con todas las mujeres que, de verdad, sufren acosos sexuales o de cualquier otro tipo. Doy las gracias a todos los que me han apoyado y me siguen apoyando. Lo único positivo de todo esto es que estoy comprobando que tengo muchos amigos».