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El silencio de los testigos citados a declarar impide confirmar las sospechas sobre la autoría del incendio

El juez archiva la investigación del fuego que dejó 2 muertos en Oencia

Caso cerrado. El Juzgado de Instrucción número uno de Ponferrada no han tenido más remedio que archivar la investigación abierta para enc

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Carlos Fidalgo Redacción - PONFERRADA.
Ponferrada

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El silencio de los vecinos citados a declarar ha frenado en seco la investigación del incendio de Oencia casi dos años después de que las llamas acabaran con la vida de Fidel Brañas, de 38 años, y de Manuel García, de 45, cuando descendían por una ladera próxima a Arnado para sofocar el fuego. El archivo de las diligencias se produce sin que haya dudas sobre el carácter intencionado del incendio, y sin poder confirmar las sospechas de los investigadores sobre el causante de las llamas debido al pacto de silencio que reina en la zona. Ni los familiares de las víctimas, ni la Junta de Castilla y León, ni la Asociación Forestal de Castilla y León (Forescal), personados en la causa, han recurrido dentro del plazo legal el auto de archivo, que desde esta semana ya es firme tras cumplirse un mes desde que el juez decretara el final de la investigación. Los dos brigadistas murieron la tarde del 28 de agosto del 2000, después de que un helicóptero los dejara en la cumbre de una colina próxima a Arnado, junto al resto de sus compañeros de cuadrilla, para que descendieran la ladera y se acercaran al frente del incendio. Una lengua de fuego sorprendió a Brañas y a García, naturales de Veguellina (Villafranca del Bierzo) y Moldes (Barjas), respectivamente, debido a la fuerte pendiente del monte por donde ascendían las llamas. Empujadas por un cambio de viento y el efecto chimenea, que se produce en vaguadas estrechas y se asemeja a un estallido de fuego, las llamas alcanzaron a los dos trabajadores sin darles tiempo a reaccionar. Los informes de los técnicos de la Junta señalaron que el fuego se propagó por la ladera a una velocidad de 2,25 metros por segundo en el momento fatídico. La dificultad para acceder al lugar durante la noche retrasó varias horas la recuperación de los cuerpos, que sólo fue posible a primera hora de la mañana, tras la intervención de un helicóptero del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil y de trabajadores del propio Consejo Comarcal del Bierzo.