Un grupo internacional exhumará en la comarca 4 fosas de la guerra civil

El campo internacional de trabajo que ha organizado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) tiene por objeto exhumar los cuerpos de 60 republicanos que han permanecido enterrados desde la guerra civil en las cunetas de diferentes carreteras de la provincia. Los voluntarios, a los que ya se les ha bautizado como las Brigadas Internacionales del siglo XXI, llegarán el día uno de julio a Piedrafita de Babia, donde comenzarán su labor con la exhumación de una fosa en la que se encuentran los restos de alrededor de 37 personas. Procedentes de diversos países como USA, Suiza, Polonia o Francia, sus edades oscilan entre los 20 años de una joven polaca y los 72 de una mujer suiza que quiere participar en el campo de trabajo porque dos de los mejores amigos de su vida fueron exiliados españoles. El campo de trabajo tendrá una duración de dos semanas. Además de la fosa de Piedrafita, se abrirán otras en Cabañinas (Cubillos del Sil), donde se tiene constancia de que hay doce personas enterradas, Fabero, donde existe una fosa con tres o cuatro cadáveres, Toral de Merayo, donde está enterrado un maestro y otra entre el límite de Villafranca y Vega de Valcarce. Con los voluntarios trabajarán cuatro arqueólogos, una antropóloga forense y miembros de la ARMH. El campo de trabajo ha sido organizado por la ARMH en colaboración con el Servicio Civil Internacional, una ONG fundada en Zurich que estuvo presente en la guerra civil española. Además de las labores de excavación, los participantes en el campo realizarán una investigación histórica, pues en el caso de la fosa de Piedrafita se conoce sólamente la identidad de siete personas. Unos días antes de la llegada de los voluntarios a la zona donde se encuentra la fosa, la cuneta será reconocida por un georradar, u aparato de alta tecnología que se utilizó para la localización de los restos de Ernesto «Ché» Guevara en Bolivia y que habitualmente se utiliza en nuestro país en investigaciones de carácter geológico. El georradar permitirá determinar la ubicación exacta de la fosa y eliminar así los tres días que fueron necesarios para buscar las fosas de Priaranza y Fresnedo.