La expropiación del acceso al futuro parque eólico solivianta a los vecinos

Las reuniones entre los representantes de la empresa y la Junta Vecinal, que ya habían servido para alcanzar un acuerdo respecto a las expropiaciones del suelo donde se instalarán los aerogeneradores, no ha permitido, sin embargo, acercar posturas sobre el precio que Gamesa pagará por la pista forestal de la pedanía que debe servir de acceso a la instalación. La empresa quiere pagar 30 pesetas (0,18 euros) por metro de suelo comunal, en el caso de la pista forestal de 8,5 kilómetros de longitud, y 23 pesetas (0,14 euros) por metro en el caso del suelo de fincas particulares adyacentes al camino y que están siendo aprovechadas como huertas. «El precio es irrisorio, porque por 19 metros de una finca de regadío, su propietario recibirá poco más de dos euros y medio. Sólo lo que hay plantado vale mucho más», se quejaba Ángel García a este periódico con un ejemplo concreto. «Un abuso total» Junto a la pista forestal, de propiedad comunal, las expropiaciones del acceso al parque eólico afectan a otras tres parcelas de la Junta Vecinal y a cuatro fincas particulares. García considera «una abuso total» la postura de la empresa, a la que acusa de imponer los precios amparándose en la declaración de utilidad pública que ha recibido el proyecto del parque eólico por parte de la administración regional. García lamentó que ni siquiera se haya definido ya si serán dos o tres los aerogeneradores que se instalarán en terrenos de la localidad de Castropodame. Una vez obtenida la autorización de la administración, Gamesa tiene previsto colocar la mayor parte de las torretas eólicas del parque El Redondal -entre 16 y 17- en terrenos de Turienzo Castañero, según explicó Ángel García.