Uminsa traslada mineros de Jarrinas y la plantilla teme el cierre del grupo
La incertidumbre laboral se ha vuelto a instalar entre el centenar de trabajadores de la antigua Antracitas de Fabero que hace apenas medio año fueron trasladados desde el grupo Valdeguiza al grupo Jarrinas, ambos pertenecientes a la compañía Unión Minera del Norte (Uminsa). Los operarios temen que la sociedad del grupo Victorino Alonso prescinda de ellos al haber ordenado ya la paralización y desmantelamiento del tajo primero Sur del grupo Jarrinas y la conclusión de los trabajos en la «chimenea» que se estaba haciendo para el montaje de un nuevo tajo en el mismo grupo carbonero. El desasosiego entre la plantilla se ha terminado por alimentar con el traslado de trece trabajadores a otros grupos mineros de la empresa. Seis empleados de Jarrinas serán destinados al grupo Sorbeda, y los siete restantes al grupo Peñarrosa. Esta decisión empresarial es, a juicio de los trabajadores, un claro síntoma de que los días existencia del grupo Jarrinas están contados, puesto que en estos momentos sólo quedará en funcionamiento uno de los tajos. La plantilla se teme que en el plazo máximo de tres meses el grupo Jarrinas sea clausurado. La dirección de Uminsa, por su lado, comunicó ayer miércoles a los trece productores afectados que el próximo lunes día 17 deberán incorporarse a sus nuevos destinos en Sorbeda y Peñarrosa. Esta determinación empresarial ha sorprendido al comité de empresa, que ha instado por escrito a la compañía para que deje en suspenso el traslado.