El rectorado de La Encina asume la restauración de la iglesia de San Andrés

El rector de la basílica de La Encina, Antolín de Cela, confía en conseguir subvenciones de las administraciones públicas para restaurar uno de los templos más emblemáticos de Ponferrada, una vez que el arquitecto Gerardo Arias, colaborador habitual de la parroquia, concluya el proyecto de restauración, que debería estar listo para el próximo otoño. La principal amenaza para la cimentación de la iglesia ya no existe desde el derribo a finales de mayo de la llamada casa de las bombas, el edificio situado en el número 23 de la calle Gil y Carrasco que ya había sido declarado en ruina por el Ayuntamiento en febrero del 2000. El inmueble demolido era hasta hace dos semanas la principal causa del hundimiento de los muros de la iglesia. De Cela lleva dos años insistiendo en la necesidad de drenar toda la parte del templo colindante con la desaparecida casa de las bombas, además de sustituir la cubierta y frenar el resquebrajamiento de la bóveda. La iglesia de San Andrés es de origen medieval, aunque la mayor parte del edificio actual data del siglo XVII. La torre, elemento más característico del templo, se levantó a lo largo del siglo XVIII y la cubierta piramidal que la corona se instaló ya entrado el siglo XIX. En su interior destaca el retablo barroco, obra de José Ovalle y Andrés de Benavente, realizado entre 1694 y 1698, y que el rector de La Encina también quiere restaurar. El derribo del número 23 de la calle Gil y Carrasco también abre la posibilidad de que el propietario del solar, la firma Coronel Ballinas S.L., se decida a materializar un proyecto de hotel en el casco antiguo.