El fuego calcinó 68 hectáreas en Sésamo y se propagó desde los rastrojos que quemaba el condenado
Condenan a pagar 50.000 euros a un anciano por un delito de incendio
Algo más de 50.000 euros (8,3 millones de pesetas) deberá pagar un anciano de 76 años natural de Sésamo como responsable de un delito de incendio f
El juez considera probado que A.G.G. cometió un delito de incendio forestal causado por imprudencia grave el día 1 de septiembre de 1999. La sentencia señala que el condenado se encontraba limpiado castaños en una finca de su propiedad del paraje de La Fulguera, en Sésamo, cuando un golpe de viento propagó el fuego encendido en un montón de rastrojos. Las llamas se extendieron a una zona de castaños y monte bajo para acabar afectado a un pinar en el paraje de El Corral de los Lobos. El fuego arrasó aquel día 34 hectáreas de monte de utilidad pública en Sésamo, 11 hectáreas arboladas sin aprovechamiento comercial y 23 hectáreas de monte bajo y matorral. El juez deja claro que A.G.G. no había tenido en cuenta la sequedad del terreno, ni el viento que soplaba el día del incendio y, sobre todo, que en periodo estival no se permiten quemas de rastrojos y el condenado ni siquiera había solicitado autorización ni informado de su intención de quemar rastrojos al Ayuntamiento o al agente forestal. El magistrado también incluye entre los fundamentos de la sentencia condenatoria que A.G.G. no se auxilió de ninguna otra persona, no había hecho un cortafuegos y no tenía agua para sofocar las llamas. «La única precaución tomada fue la de disponer montones y esperar a que se extinguiese el fuego de uno para prender el siguiente» y «no adoptó ninguna cautela» salvo intentar apagar la hoguera cuando las llamas se desbordaron, señala el juez para descartar que la imprudencia del anciano tenga un carácter leve, como argumentaba la defensa, y por lo tanto no era susceptible de pena.