La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica espera concluir hoy la exhumación
Aparecen los restos de los cinco fusilados en la fosa de Cabañinas
Los restos de un cráneo cubierto con una capucha emergieron de la tierra para confirmar lo que todo el mundo sabía a estas alturas. Allí estaban los hue
Voluntarios del campo de trabajo se afanaban ayer en desenterrar los restos en la fosa de Cabañinas
Los familiares de los cinco fusilados -los hermanos Pascual y Antonio García Colinas, Florentino Enríquez, Santiago García Arroyo y Cesáreo Fernández- siguieron ayer los trabajos de exhumación al pie de la fosa, situada muy cerca de la actual autovía que une Cubillos con Toreno. Después de 66 años de silencio, la inminencia de la aparición de los restos volvió a concitar la atención de un numeroso grupo de familiares y vecinos de Fresnedo. «Esto está siendo muy duro para ellos, creo que vamos a tener que buscar ayuda psicológica para algunos», decía Emilio Silva, uno de los organizadores del campo de trabajo que ha traído al Bierzo a voluntarios de la ONG suiza Servicio Civil Internacional, organizados por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Tras la aparición del primer cráneo en la tarde del martes, el trabajo de los voluntarios permitió localizar ayer el resto de esqueletos para poder concluir hoy la exhumación. Los cinco vecinos de Fresnedo murieron a manos de un grupo falangista que llegó al pueblo en busca de armas y municiones de la guerrilla el 3 de septiembre de 1936. Al no hallar nada, quemaron tres casas y se llevaron a cinco detenidos. Un vecino de Cabañinas escuchó los disparos y avisó en Fresnedo. Durante 66 años, los dos hoyos estuvieron señalizados por piedras y estacas. La viuda de Florentino Enríquez se ocupó de ello.