Absuelto un emigrante portugués acusado de abusar de una menor

En el apartado de hechos probados, se recoge que lo sucedido se remonta a noviembre de 1997 cuando el acusado y la entonces menor de edad se encontraron en Bembibre en una fiesta organizada por la asociación de emigrantes caboverdianos Amílcar Cabral. J.F.C e I.R. bailaron dos o tres piezas musicales y sobre las cinco de la madrugada se trasladaron en el vehículo del acusado hasta las proximidades del campo de fútbol, donde mantuvieron una relación sexual a la que al parecer I.R. prestó su consentimiento. Además, se apunta que en aquel entonces, desde el mes de julio, la joven venía manteniendo relaciones sexuales «consentidas y reiteradas» con un hombre de 33 años de edad -al parecer primo suyo- y a quien se atribuye el embarazo que se diagnosticó a I.R. en febrero de 1998. A la denunciante se le apreció por el médico forense que la examinó una inteligencia en el límite agjo de la normalidad, no detectándosele ninguna patología psiquiátrica. En sus fundamentos jurídicos, la Audiencia Provincial entiende que, a tenor de la valoración de las pruebas practicadas en el auto del juicio oral no se considera acreditado que, para la realización del acceso carnal, el acusado hubiera conseguido el consentimiento de I.R. prevaliéndose de una superioridad.