Diario de León

Las larvas llevan un mes arrasando la vegetación y cada vez están más cerca de la localidad

Fontoria alerta a la Junta sobre la invasión de una plaga de gusanos

Los vecinos de Fontoria acudieron ayer al servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León para denunciar la extensión de una plaga de gusanos q

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A. Fernández Redacción - PONFERRADA.
Ponferrada

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Los vecinos de Fontoria llevan más de un mes soportando una visita no precisamente deseada. Basta con mirar una de las encinas del monte cercano para darse cuenta de que lo que allí reside es realmente una plaga. Una especie de gusanos han tomado la vegetación de la zona invadiendo a gran velocidad todo el verde que allí reposa. Los tramos afectados por la plaga, unas diez hectáreas, pueden distinguirse perfectamente. Están apagados, destrozados. El presidente de la Junta Vecinal, Álvaro García, y uno de los vecinos de la localidad, Mario Álvarez, llevan días intentando encontrar apoyo, pero, como explica Mario, no lo han encontrado: «Hemos avisado al concejal de Medio Ambiente de Fabero e incluso a Medio Ambiente de Ponferrada, pero unos nos envían a otros y ahí se queda la cosa». Lo que más les duele a estos vecinos es la indiferencia de la que están siendo víctimas, ya que, como nos explicaba Mario, «lo único que nos han dicho es que seguramente en septiembre se morirán». Esta misma plaga se dio el año pasado pero sin que el número de larvas fuera ni mucho menos alarmante. Este año sí lo es. Además, Álvaro García mantiene que en el servicio de Medio Ambiente de la Junta en Ponferrada, ni siquiera se molestaron en averiguar de qué especie se trataba exactamente: «es como si vas al médico y te dice: bueno, debe ser esta enfermedad...». Acercándose a la zona que ya ha sido «masacrada» por estos curiosos visitantes, se observan pequeños senderos que estos dejan a su paso por la arena. Mario insiste en que hace falta un intervención urgente: «Necesitamos que nos proporcionen una medida, o bien fumigar o bien una desbrozadora para acabar con esto». Desde luego, la medida eficaz a la que ellos se refieren no es esperar a que los gusanos se mueran en septiembre. Encinas, castaños y cerezos sufrirán esta extraña epidemia hasta que alguien quiera acabar con ella, y si la situación continúa, serán los vecinos los que empiecen a contar con esta desagradable presencia en sus calles.

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