Fiesta con 250 invitados y homenaje a los propietarios

La inauguración de Bodegas Adriá fue ayer una fiesta por todo lo alto y en toda regla. Una pulpada y un grupo folclórico de gaitas dieron a mediodía la bienvenida a los 250 invitados a la apertura de esta bodega villafranquina. A primera hora de la tarde los invitados fueron partícipes de una comida de hermandad dentro de las nuevas instalaciones. Entre los asistentes había políticos, como el responsable de Agricultura de la Diputación, Faustino Sutil, y autoridades municipales de Villafranca, así como el presidente del Consejo Regulador. Un sacerdote amigo de la familia Pérez Adriá bendijo las instalaciones. Los propietarios y actuales patriarcas de esta bodega, José Manuel López Teijón y Rocío Pérez Caramés, fueron junto con su familia los que, con su ilusión, apoyaron este proyecto impulsado por el enólogo Javier Haba. El matrimonio López Teijón-Pérez Caramés fue homenajeado en la comida con obsequios. La inauguración de Bodegas Adriá se convirtió en un acto social en el que, como aseguró su gerente y enólogo, «todos los clientes que tenemos aquí en este acto, a parte de ser clientes, son amigos, porque mantenemos una muy buena relación». Por eso, aprovechando la inauguración invitaron a los clientes y amigos para que aprecien el esfuerzo hecho, «para mejorar las cosas en bien de todos». La bodega fue fundada en 1940 por Francisco Pérez Adriá, un valenciano que compró una pequeña finca de 4 hectáreas y que se fue ampliando hasta llegar al nuevo proyecto ayer estrenado.