Cientos de personas arroparon a San Roque en la celebración del tradicional voto de villa

Varios cientos de personas acudieron ayer a la celebración del tradicional voto de villa de San Roque, con el que Ponferrada recuerda cada 16 de agosto sus favores ante la epidemia de peste que sufrió la ciudad en 1577. Desde 1600 el Ayuntamiento acude cada año puntual a su cita por la promesa realizada de «guardar perpetuamente» la fiesta de San Roque. En esta ocasión fue el concejal de Medio Ambiente, Darío Martínez, el que presidió las actividades como alcalde en funciones, y acudió acompañado por el edil de Dinamización Turística, Luis Antonio Moreno. Darío Martínez comentó antes de empezar el acto que en este año se debería pedir al santo lo primero salud y también agua ante la persistente sequía que existe en Ponferrada en los últimos meses. La procesión partió desde la iglesia de San Pedro hacia la Basílica de la Encina, donde tuvo lugar la misa, antes de que la imagen de San Roque regresara de nuevo hacia el barrio de La Puebla. Antes de que llegase el cortejo a la iglesia de San Pedro varias decenas de personas ya permanecían en este templo aguardando la llegada de la procesión con el santo para poder recoger las ansiadas uvas bendecidas que tradicionalmente reparte el Ayuntamiento cada año. En esta ocasión fueron 250 kilos de la primera fruta madura de las vides del Bierzo la que se repartió entre los fieles.