Fatídicas coincidencias

Cuando el azar se conjura para provocar la confusión, las circunstancias se concatenan para dar pie a situaciones en las que la realidad supera una vez más todo lo imaginable. Como acaeció durante la primera quincena del pasado mes de agosto al hilo de un truculento suceso ocurrido en Ponferrada en el que un hombre sufrió quemaduras provocadas por una sustancia abrasiva. Los hechos coincidieron prácticamente en el tiempo con otro accidente con quemaduras, pero éste de carácter casero y ocurrido en Cacabelos, en el que resultó lesionado una persona que trabajaba en una conocida empresa de forjados de la zona a la que se adjudicó el hecho anterior sin tener ninguna relación con él, y que sin embargo acabó envuelta azarosa e involuntariamente en el revuelo que originó la noticia, a pesar de no tener nada que ver con los acontecimientos de índole más violenta. Se da la circunstancia además de que el trabajador de la empresa de forjados llevaba ingresado en el hospital Juan Canalejo desde el día 2 de agosto y el otro percance, el ocurrido en la avenida de Compostilla, sucedió a mediados de agosto por lo que la coincidencia de ambos es imposible.