La Cruz Roja estudia centralizar todos sus servicios en Ponferrada

El antiguo caudal de personal que nutría a la Cruz Roja ha desaparecido y la competencia delos otros servicios de asistencia como el 061 está obligando a redefinir el papel que debe adoptar la organización humanitaria dentro del panorama de la asistencia urgente en el Bierzo. «Las demandas de transporte sanitario son ahora menores y las necesidades han cambiado». Quien habla, José Luis González, conoce muy bien la Cruz Roja; no en vano es el presidente de la organización en Ponferrada y su vicepresidente provincial. «El mantenimiento de las sedes es cada vez más costoso», se lamenta González, que desde hace años contempla cómo la escasez de recursos y de voluntarios ha obligado a cerrar algunos de los puestos que la Cruz Roja mantenía en algunos núcleos de población bercianos, como Cacabelos, o reducido su actividad a la más mínima expresión, como en Toral de los Vados. En la actualidad permanecen abiertos los puestos de Villafranca, Toral, Toreno, Bembibre, Ponferrada y Puente de Domingo Flórez. El replantamiento de las actividades de la Cruz Roja en el Bierzo pasa, según José Luis González, por la optimización de unos recursos cada vez más escasos y la especialización en la atención a determinados colectivos, como la tercera edad o los inmigrantes, con el fin de «encontrar nuestro lugar en la asistencia sanitaria». Comarcalización El proceso de redefinición de la organización que preside José Luis González en el Bierzo, que no duda en tildar de «necesaria reconversión», debería asentarse en el Plan de Comarcalización de la Cruz Roja, actualmente en estudio, y del Servicio 112, que coordinará todos los servicios de urgencia, en el que González aguarda que «Cruz Roja tenga su lugar». González aboga por fortalecer la central de Ponferrada, desde la que se centralizarían la gestión manteniendo «cuatro puestos de la Cruz Roja en el Bierzo, que bastarían para satisfacer la demanda de asistencia». La falta de voluntarios es una de las mayores rémoras que la Cruz Roja tiene para afrontar el futuro con seguridad. José Luis González no pierde la esperanza de que los ciudadanos se conciencien y se ofrezcan voluntarios, «pues este es un trabajo que engancha a los cuatro días». Un mecanismo para solucionar la escasez de apoyo sería el de «crear un banco comarcal de voluntarios». «Vivimos de la caridad de la sociedad», comenta José Luis González, para el que la futura semiprofesionalización de la organización es una posibilidad «que habría que barajar a largo plazo» para solucionar los problemas de financiación.