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El Museo del Bierzo expone fotos antiguas de Loty sobre monumentos de León

Postales del siglo XX

Fotógrafo y empresario francés afincado en España, el legado de 12.000 imágenes que dejó Justin Marie Charles Alberty Jeanneret, Loty, antes de su misteriosa desaparición

Publicado por
Carlos Fidalgo Redacción - PONFERRADA.
Ponferrada

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Nacido en Besançon en 1885, Loty creó en la España de Alfonso XIII y la Segunda República una firma dedicada a recoger en imágenes los principales monumentos del país para su comercialización en el pujante mercado de las postales, tanto como a la venta de material fotográfico. Desaparecido sin dejar huella en 1936, la firma de Loty tuvo tiempo de aceptar encargos para retratar los lugares emblemáticos de León, desde la catedral hasta el castillo de Ponferrada, antes de que la guerra acabara con su actividad. Una muestra del Instituto Leonés de Cultura, que en 1996 compró 229 imágenes del fotógrafo, exhibe desde ayer en el Museo del Bierzo 43 tomas que muestran la vieja Ponferrada de los años 20 y 30 junto con monumentos de León, Astorga y Sahagún. La plaza de la Encina con la estatua de La Carrasca, la plaza del Ayuntamiento con el jardín central, el castillo rodeado de tierra y huertas, la calle del reloj, la calleja del río, el puente de La Puebla con las huertas sin urbanizar, son algunas de las imágenes de Ponferrada tomadas por los fotógrafos de Loty. Una parte de ellas ya forman parte de la exposición que se exhibe en la sala de la cripta hasta el 1 de diciembre y el resto podría añadirse en las próximas semanas si la Diputación, organismo del que depende el Instituto Leonés de Cultura, acepta la petición del Ayuntamiento de Ponferrada para contar con la colección completa. La muestra, inaugurada ayer por el concejal de Cultura, Manuel Rodríguez, el responsable de la sección de Arte del Instituto Leonés de Cultura, Luis García, y el director del Museo del Bierzo, Jesús Courel, es «un intento de recuperar la memoria histórica de León», según declaró el propio García. Las imágenes del fotógrafo de Besançon, condicionadas por su destino al mercado de la postal, pretenden ser intemporales y por eso resultan «frías y asépticas», según García. El fotógrafo está más interesado en recoger el edificio monumental, lejos del costumbrismo, que en dejar constancia del contexto histórico o humano que lo rodea.