Restauración ambiental
Tragsa forestará el 96% de la Gran Corta y abrirá una senda de 10 km
Tendrá que mover más de 10,6 millones de m3 de tierra y gestionar 4.200 m3 de residuos peligrosos
Un inversión de casi 38,2 millones de euros, un plazo de ejecución de 36 meses, el movimiento de más de 10,6 millones de metros cúbicos de tierra, la voladura mediante uso de explosivos de 1,55 millones de metros cúbicos de material para arrancar los terrenos no mecanizables. Las cifras son tan apabullantes como extensa es la Gran Corta de Fabero. Más de 700 hectáreas de cielo abierto para las que la empresa Tragsa ha diseñado un proyecto de restauración ambiental sin precedentes al que ha tenido acceso Diario de León y que constata la envergadura de lo que se va a hacer en la que fue la explotación minera más extensa de Europa y referencia en la minería del carbón. Las restauraciones de la Gran Corta de Fabero y de Villagatón serán las dos primeras actuaciones en espacios degradados por la minería que emprenderá el Instituto para la Transición Justa.
Cuatro son las principales líneas de actuación del proyecto de restauración de la Gran Corta: el acondicionamiento de huecos y escombreras, el establecimiento de hábitats arbolados, la creación de zonas húmedas con vegetación de ribera y acuática que aumente la diversidad biológica y pueda aportar un uso social, y la recuperación de la red hidrográfica original o, en su defecto, la estabilización de la cuencas que no se puedan recuperar, «evitando la posible contaminación de las aguas», explica la empresa ejecutora.
La plantación de especies arbóreas afectará a una superficie de casi 687 hectáreas. Serán pinos, robles, encinas, castaños, cerezos y serbales. «La necesidad de planta forestal superará los 680.000 pies», detalla el informe técnico de Tragsa. Así mismo, se aplicarán tratamientos de hidrosiembra en más de 54 hectáreas y de siembra mecanizada en 246 hectáreas con mezclas de diferentes semillas herbáceas, principalmente «especies de gramíneas y leguminosas adaptadas al clima y la tipología del sustrato».
Superficie arbolada
Se plantarán pinos, robles, encinas, acebos, castaños, cerezos y serbales, entre otros, en 687 hectáreas
En lo que se refiere a la red hidrográfica, está proyectado actuar en más de 16 kilómetros de cauces para que los arroyos «mantengan su estructura y funcionamiento como ecosistemas a lo largo del tiempo y el espacio, considerando regímenes de caudales de avenida con periodo de retorno de cien años».
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Residuos peligrosos
El proyecto de restauración de la Gran Corta de Fabero incluye también actuaciones conducentes a la gestión de unos mil metros cúbicos de residuos peligrosos y potencialmente peligrosos que actualmente existen en la zona en la que hay que intervenir, así como más de 3.200 metros cúbicos de otros residuos contaminantes. «También se fija la recuperación de gran cantidad de residuos mineros mediante reciclado, reutilización o valorización cuando sea posible, siendo respetuosos con el medio ambiente y de conformidad a la legislación vigente», explica Tragsa.
El plan de restauración incluye infraestructuras de uso educacional para poder desarrollar actuaciones interpretativas accesibles y visitables por la población de forma segura y ordenada. Se mantendrá una zona para «prospección, recopilación y recuperación de fósiles para el seguimiento o control paleobotánico de los movimientos de tierra que afecten a terrenos de origen antrópico, donde esté constatada la existencia de bienes de interés paleobotánico, así como su puesta en valor», recoge el proyecto.
Recorrido didáctico
Una senda peatonal de 9.740 metros conexionará una serie de recorridos con paradas en zonas de interés
También se instalarán carteles y mesas informativas e interpretativas para «crear una serie de recorridos con diferentes paradas en las que se puedan explicar procesos interesantes relacionados con la estratigrafía, los fósiles o el período carbonífero». Este recorrido didáctico estará conexionado a través de una senda peatonal de 9.740 metros de longitud, adecuadamente señalizada, con diferentes accesos, mobiliario auxiliar y aparcamientos para vehículos.
«Este proyecto tiene como objetivo principal realizar las actuaciones conducentes a conseguir un cierre y abandono de las instalaciones seguro para las personas, la fauna, la red hidrográfica y el medio ambiente en general», recoge el informe de Tragsa.