El tabor de regulares y los dibujos en la pared
«Echaban de menos su tierra y por eso pintaba barcos en la pared», decía el sábado el sacerdote Avelino Rellán mientras mostraba los dibujos a lapicero garabateados bajo la galería de la Casa del Abad por soldados de un tabor de regulares de Marruecos acantonado en el monasterio al acabar la guerra civil.