De los planos del siglo XXI al fallido AVE

La historia ferroviaria del Manzanal sigue siendo la misma que hace casi siglo y medio. Empezó a escribirse en francés, idioma en el que se conservan unos planos originales que se publicaron en París en 1883, dos años después de concluir las obras. En ellos se puede ver perfectamente el diseño con el famoso lazo para salvar 300 metros de desnivel.

Para los estudiosos del ferrocarril quedó también una crónica publicada en el periódico La Correspondencia de España. El corresponsal acompañó al entonces ministro de Fomento en julio de 1883 y dio cuenta del esfuerzo de la ingeniería española para salvar aquel «punto de forzosas paradas para los trenes» que era el puerto del Manzanal. «Debe su nombre -decía el cronista del famoso lazo- a la forma del trazado, que en este sitio se retuerce y repliega hasta cerrar completamente una o, o lazo y que constituye una ingeniosa y feliz solución a la dificultad que desde el principio ofreció la bajada del Manzanal (...). Fue ejecutada por la Compañía del Noroeste, habiéndolas continuado después el Consejo de Incautación y terminado con esmero la actual Compañía de Asturias, Galicia y León, que además ha asentado la vía».

Desde entonces, la única mejora fue la electrificación del trazado en los años 40 del siglo pasado y la posterior instalación del primer CTC europeo. El «Primer plan de electrificaciones» de Renfe de 1946 incluyó el tramo entre Torre del Bierzo y Brañuelas. Las locomotoras eléctricas comenzaron a circular en diciembre de 1949.

El gran sueño para el Bierzo fue el AVE e incluso se hizo un estudio informativo en 2001, que planteaba un trazado alternativo más al norte desde Bembibre hasta Brañuelas, donde ya continuaría por la actual línea. La propuesta planteó 23 viaductos —el mayor de 1,3 kilómetros de longitud— y diez túneles —el mayor de 3,4 kilómetros—, algo que hoy se ve como inviable económicamente. Y lo que es peor, que deja al Bierzo con un tren del siglo XIX.

Plano en francés del descenso a La Granja. TC