Una moderna terminal sustituirá a la actual la estación de Renfe

El alto cargo de Fomento dejó muy claro que el AVE llegará a una nueva estación en Ponferrada, en la que no sólo cambiarán las instalaciones para la recepción «tanto de mercancías como de pasajeros». «Es un tema que tendremos que estudiar en el grupo de trabajo, pero probablemente -anticipó Benigno Blanco- lo que hagamos será algo más que una simple terminal, con servicios de ocio, comerciales, etcétera». En su opinión no tiene porque acometerse obligatoriamente sobre la estación actual de Renfe. Pero el alcalde, Carlos López Riesco, anticipó su postura inicial a este respecto. A su entender, la futura infraestructura bien podría levantarse sobre el complejo actual, puesto que no se contemplaría como muy racional la existencia al mismo tiempo de dos terminales en distintos puntos de la ciudad. «Lo que está claro», remachó el regidor, «es que actual, después de cien años, ya ha cumplido su papel y no puede responder a las necesidades futuras». Una decisión compleja Este tipo de decisiones, la sustitución de las terminales de ferrocarril, son muy complejas porque afectan al urbanismo de una ciudad y a su historia. El cambio de una estación de lugar provoca una remodelación notable en los planes de reordenación urbana de las ciudades, ya que hay que volver a darle un sentido nuevo y un uso adecuado a los terrenos que quedan libres al desecharse el uso de las vías del ferrocarril, lo cual puede generar cierta controversia social. En todo caso, la decisión de disponer de una nueva terminal facilita también la concepción de ciudad del siglo XXI, con las terminales de transporte ferroviario a las afueras de la ciudad que faciliten la circulación de los vehículos de carretera en la propia ciudad al no cortar en dos, como ocurre en muchos casos, la ciudad separando barrios. Sin embargo, la elección de los nuevos terrenos puede encarecerse si la propiedad de los mismos es privada.