Serie inédita
El tesoro estereoscópico de Ponferrada sale a la luz
Aparece una serie inédita de 26 fotografías tridimensionales tomadas por el coronel Godofredo Ballinas en 1902 y 1904 García Bueso las donará al Museo del Bierzo junto con otras dos de 1916
A Godofredo Ballinas, coronel del Ejército, subdirector del Museo de Artillería de Madrid desde 1901 y hermano del que fue alcalde de Ponferrada durante seis meses en 1909, Ricardo Ballinas Quiñones-Fernández Baeza —un hombre al que se le recuerda por suprimir ese año las Fiestas de la Encina para enviarles el dinero sobrante a los soldados que luchaban en Melilla— siempre le había gustado la fotografía. Tanto es así que a principios del siglo pasado tomó una serie de imágenes de Ponferrada y de las familias burguesas con las que estaba emparentando usando la cámara de moda; aquella que fascinaba a un público que a la vez que descubría el cinematógrafo apreciaba la ilusión de profundidad que creaban las nuevas fotografías estereoscópicas.
Con el fondo del Castillo en ruinas; de la calle de la Fortaleza (hoy Gil y Carrasco) donde su hermano poseía la llamada Casa de las Bombas —fue Ricardo Ballinas, otro militar de la rama de la artillería el que colocó los dos proyectiles en la puerta por aquella época— y él mismo era el propietario de la muy señorial Casa de los Escudos; con la estación ferroviaria como escenario, Godofredo fotografió a los Quiñones, a los Matinot, que tenían la fábrica de curtidos, a la familia del ingeniero Luzzatti, otro aficionado a la fotografía que retrató el castillo, a la del notario Cavadas y a los propios Ballinas, miembros todos de la burguesía emergente de una villa que estaba a punto de ser ciudad y que todavía no conocía la prosperidad y el crecimiento desigual que iba a traer la minería del carbón.
Una serie de 26 imágenes estereoscópicas inéditas tomadas por Godofredo Ballinas entre 1902 y 1904, durante sus estancias en la Casa de los Escudos, ha terminado ahora en manos del director de los museos de Ponferrada, Francisco-Javier García Bueso después de un periplo de más de un siglo por los cajones de la familia Ballinas, por un caserón cerrado de Madrid y por los archivos de un coleccionista, experto en fotografía de época, que nunca las había dado a conocer. García Bueso ya ha confirmado a este periódico que cederá al Ayuntamiento la serie de 26 imágenes reveladas —parejas de fotografías casi idénticas que al solaparse ofrecían una imagen tridimensional— junto a otras dos positivadas en un cristal del Castillo y la Casa Consistorial tomadas en 1916 por un autor anónimo, para que puedan exhibirse en una sala del Museo del Bierzo.
La calle La Fortaleza, con la torre de la Encina revocada, en 1902. GODOFREDO BALLINAS
«Vamos a comprar una máquina estereoscópica para que puedan verse como hace un siglo», afirma García Bueso, que estima en entre trescientos y cuatrocientos euros el coste del aparato para visionar dioramas. Antes habrá que espera, eso sí, a que el director de los museos digitalice todas las imágenes y elabore un estudio en colaboración con el historiador y experto en la burguesía de aquella Ponferrada de entresiglos Miguel José García González.
El chamarilero de Mondoñedo
La historia de cómo esas imágenes tridimensionales van a acabar cedidas por García Bueso en el Museo del Bierzo comenzó hace dos años en un día de mercado en Mondoñedo (Lugo). Aficionado a la fotografía —su mujer, Josefina Novo pertenece a la familia de los fotógrafos de la Costa de la Muerte Juan y Perpetua Malvárez— a García Bueso le llamó la atención un cajón de madera que vendía un chamarilero a los pies de la estatua del escritor Álvaro Cunqueiro. Le echó un vistazo y descubrió que era una caja de cristales estereoscópicos. «La compré a ciegas, por muy poco dinero, y resultó ser una verdadera caja de sorpresas». No había ninguna imagen de Ponferrada en aquellos cristales. Pero con el tiempo le han servido al director de los museos para adquirir la, de otra forma costosa, serie de 26 imágenes de Ponferrada de Godofredo Ballinas tras contactar con el experto que las poseía a través de internet. Las trescientas imágenes más comunes de Madrid, Barcelona o Valencia que contenían aquella caja que vendía un buhonero han sido la moneda de cambio perfecta para devolver a Ponferrada un testimonio visual sin precio de su pasado.
Mujeres y niñas de la burguesía en la estación del ferrocarril. GODOFREDO BALLINAS
Los Ballinas y Quiñones, entre otros, en la Casa de las Bombas. GODOFREDO BALLINAS