Páramo replantea el cámping con bungalows de inmersión lingüística

El Ayuntamiento de Páramo del Sil recibirá algo más de 307.500 euros de los fondos del Gobierno para financiar proyectos de entidades locales afectadas por el cierre de centrales térmicas que le permitirán rematar y poner en marcha el cámping. Cubre algo más del 50% de la inversión necesaria prevista para instalar los bungalows y llevar la corriente eléctrica. Es lo que queda una vez que ya se ha vallado el perímetro del recinto —tres hectáreas— y se ha urbanizado, asfaltado, adoquinado, instalado la red de abastecimiento de agua y también las tuberías de la red eléctrica. Eso sí, no será un cámping al uso, ya que además de los bungalows propiamente turísticos, habrá otros convertidos en aulas para ampliar la oferta de cursos de inmersión lingüística que Páramo imparte durante los meses de verano en las instalaciones del Centro Rural de Innovación Educativa (Crie).

La combinación de las vertientes turística y educativa, con cursos de inmersión en inglés para escolares y también de español para adultos extranjeros, asegurará la actividad de la instalación durante todo el año. Al menos bajo esa premisa ha diseñado el Ayuntamiento el proyecto actual. Su alcalde, Ángel Calvo, considera que un cámping tradicional no tendría futuro en su municipio por las condiciones del entorno. En cambio, creando aulas para el estudio de idiomas que permitan ampliar la oferta ya existente y que se ha quedado corta ante la gran demanda, las opciones de éxito se amplían.

«Detrás de la ubicación de un cámping tiene que haber o una playa o un macizo montañoso con atractivo suficiente, unas cuevas, edificios que sean bien de interés o patrimonio de la humanidad. Eso en Páramo no ocurre y un cámping como tal no tendría un futuro digno. Por eso, dado el buen funcionamiento del Crie y de los cursos de inmersión lingüística, queríamos que esto fuese una prolongación para poder ampliar el número de matrículas de los cursos de inglés para niños y, al mismo tiempo, de español para adultos. Ya habíamos tenido una reunión con alcaldes del sur de Francia, pero todo quedó parado por la pandemia. Ahora hay que reiniciar», explicó Calvo.

De momento, el proyecto contempla la instalación de un edificio de recepción y una docena de bungalows. Los habrá de tres tipos: familiares (dotados de cocina, cuarto de baño y todas las comodidades), grupales (con varias camas y solo para dormir) y las aulas para los cursos de inmersión, acondicionadas para impartir clases teóricas. En todo caso, de las tres hectáreas de terreno disponibles, solo se ocuparía la mitad, por lo que el proyecto siempre será susceptible de ampliación si las necesidades los exigen, explicó el regidor.

En el plano puramente turístico, Páramo del Sil pretende poder aprovechar la cercanía de la estación de esquí de Leitariegos durante los meses de invierno para acoger a aquellos esquiadores que no encuentran alojamiento en Villablino, Caboalles o los puntos más próximos en plena temporada alta. También quiere aprovechar eventos deportivos y sociales que se realizan en el propio municipio, caso de la carrera Alto Sil, y en otros cercanos para ofrecerse como alojamiento ante la escasez de plazas en la zona.

«Ahora mismo, el futuro es difícil de vaticinar. El tiempo nos dirá si este proyecto puede tener futuro o no, pero hay que arriesgarse. Recuerdo que cuando tuvimos la idea de rehabilitar las viejas escuelas para abrir el Crie alguien me dijo que era tirar el dinero. En los últimos dos años ha habido más de 20 colegios que no pudieron venir por no tener semanas libres y se han creado once puestos de trabajo, seis de ellos del municipio», subrayó Ángel Calvo.

El Ayuntamiento presentó un proyecto de más de 600.000 euros a los fondos para financiar iniciativas en territorios afectados por el cierre de centrales térmicas. La ayuda concedida cubre la mitad y para el resto —dijo el alcalde— se recurrirá a otras administraciones y se emplearán fondos municipales. No obstante, con los 307.500 euros el cámping estaría en disposición de echar a andar. Los plazos dependen de la burocracia.