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El PP critica la «chapuza» de La Llanada: «Al alcalde no le hacen caso ni los suyos»

Morala critica que el polígono quede fuera de las ayudas y más del Ministerio de Transición

Imagen de esta misma semana del estado del polígono. ANA F. BARREDO

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León

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«No le hacen caso ni los suyos». El portavoz del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento, Marco Morala, expresó ayer la decepción que supone que el Gobierno socialista haya desoído el proyecto de mejora del polígono de La Llanada. «Los socialistas se cansaron de repetir en campaña que Olegario Ramón tendría el respaldo de todas las instituciones que gobernase el PSOE. Dos años después el resultado está siendo desolador, pero quien lo sufre no es un equipo de gobierno incapaz de generar sinergias con otras administraciones, sino el municipio y su economía», señala en un comunicado.

La primera consecuencia, añade, es que peligra un proyecto necesario para revitalizar este polígono, «de modo que la primera pregunta es ¿cómo va el alcalde a asegurar que se acometerá sin la subvención solicitada? Gobernar es superar contrariedades, así que ese proyecto deberá acometerse con otro presupuesto y esta incógnita deberá despejarse en horas, por lo que les instamos a que detallen hoy cómo y cuándo se acometerá».

La segunda, según la misma nota del PP, es más preocupante incluso. «Hay que recordar que quien rechaza la petición de Olegario Ramón es el Ministerio de Transición Ecológica y la Ciuden. Explicarán las razones por las que la propuesta del equipo de gobierno de Ponferrada era tan chapucera que no han podido reconducirla, y de eso tendrá también que dar cuenta el alcalde. Pero después de adelantar el cierre de las térmicas del Bierzo una década respecto al plazo europeo, vendiéndonos que habría un plus de ayudas, y de sufrir la pérdida de empleo que ha supuesto, es inconcebible que no se agoten las cantidades previstas para la puesta en marcha de proyectos en Cubillos y Ponferrada».

Ambas críticas llevaron ayer a Morala a señalar que «el equipo de gobierno navega entre la desidia de no seguir más de cerca sus proyectos para evitar rechazos y la chapuza de no presentar propuestas aceptables. Ni para los suyos».