Dos kilómetros pueden salvar una escuela

De Ocero a Vega de Espinareda hay 6,7 kilómetros, y de Ocero a Sancedo, carretera abajo y capital del municipio, 4,2. Apenas dos kilómetros que se han convertido en centro de un debate que va más allá de las disquisiciones administrativas o de quién tiene, o no, razón.

El alcalde de Sancedo, Marcos Álvarez, del PSOE, no tiene una mala palabra para la Junta. Y es que no se trata de alimentar una polémica sino de la propia supervivencia de la escuela y, por extensión, de un municipio que ha visto cómo la emigración mantiene, sólo en Madrid, a más descendientes casi de los que habitan las casas desperdigadas por las tres localidades del municipio, en Sancedo, Cueto y Ocero, entre pinares y un paisaje típico berciano.

Sólo pide comprensión para que dos niñas de Ocero, de una familia que ha venido al pueblo hace un mes a una vivienda de alquiler social financiada por la Junta y el propio Ayuntamiento en lo que eran las antiguas casas de los maestros, puedan ir el curso que viene al colegio de la capital del municipio en lugar de a Vega de Espinareda, donde tendrían transporte gratuito.

Detrás de la petición, Sancedo se juega mucho, porque si se queda con un aula —este curso tiene dos—, los 11 niños que sigan terminarán en Ponferrada, apenas a un cuarto de hora, augura Marcos Álvarez. «Un niño arriba o abajo en Vega no pasaría nada; a nosotros, nos va la vida», insiste el primer edil.

El municipio de Sancedo tiene ahora mismo 536 habitantes censados y no es lo mismo tener el año que viene un aula, con 11 pequeños, o dos, más repartidos, si van también las niñas de este matrimonio y una pequeña más que vive en la casa contigua de Ocero. «Las franjas de habitantes van de 500 en 500 y bajar de medio millar sería una catástrofe. Ya te pones en cuarta división a nivel de subvenciones, ayudas… La escuela es un pilar fundamental para nuestro futuro», remarca Marcos Álvarez.

Las rutas escolares establecidas por la Junta marcan que los niños y niñas de Ocero vayan a Vega y los de Cueto a Cabañas Raras. Algo a lo que ha alegado el Ayuntamiento, para que las pequeñas del matrimonio formado por José María y su mujer puedan acudir a Sancedo, como hacen este curso ya. El problema, explica José María, es que sólo tienen un coche y lo tiene que utilizar para trabajar. Las niñas, el año que viene, deberían ir en autobús, y eso sólo se puede a Vega.«Es muy importante una escuela; también a nivel social. Si no tienen relación los pueblos, no se conocen los vecinos», insiste Marcos Álvarez.

José María está de acuerdo en llevarlas a Sancedo si la Junta paga el bus por muchas razones, también porque a él le han ayudado para establecerse en Ocero. Vieron un anuncio en Internet y hace un mes decidieron cambiar Valladolid por el Bierzo. «No nos da lo mismo llevarles a Vega o Sancedo. La diferencia son dos kilómetros. Por qué no llevarles a Sancedo. Si nos apoyan a nosotros, esto es un granito de arena que queremos aportar», dice.

Decisión administrativa

El bus es ahora gratuito de Ocero a Vega; lo que piden los padres y el alcalde es que lo sea a Sancedo

Su esposa tiene una discapacidad, y aunque tuviera carné de conducir, no podría estar todo el día con el coche. «Ya puedo tener un buen jefe que me deje salir a las nueve de la mañana y a las dos de la tarde, pero es insostenible», se lamenta su marido. Y eso que cree que «la educación es un derecho», una razón de peso suficiente como para cambiar la ruta y hacer posible que sus hijas estudien en Sancedo.

«El Ayuntamiento ha hecho todo lo que está en su mano por salvar la escuela, adjudicando dos viviendas sociales en Ocero y una en Sancedo para fijar población, pero estas medidas se quedan cojas y no son más que parches», lamenta Marcos Álvarez. «La solución a largo plazo es que el colegio de Sancedo se nutra también de los niños y niñas de las otras dos localidades del municipio», insiste. El Ayuntamiento ha aprobado una moción por unanimidad pidiendo cambios en el transporte escolar a Planificación de Centros en Valladolid, con el objetivo de dotar al colegio de Sancedo de futuro a largo plazo. Igualmente se han presentado las correspondientes alegaciones en la Consejería. Dos kilómetros tienen la última palabra.

Imagen de archivo de la escuela de Sancedo, donde si fueran las dos niñas continuarían las dos aulas el curso que viene. ANA F. BARREDO