Un sector que se está adaptando a las nuevas costumbres de los clientes
La hostelería de Ponferrada está cambiando a marchas forzadas. Las terrazas exteriores cada vez están montadas con mejores medios para atraer a ese cliente al que también están haciendo cambiar de hábitos por las restricciones, como consumir fuera en pleno invierno o estos días frescos de primavera. Sólo hay que darse una vuelta y ver los nuevos espacios de ocio donde antes había plazas de la ORA.
Otros como José Gayo, del Ikebana, han modernizado su carta y empiezan también a servir a domicilio. El cartel, en redes sociales y Whatsaap, es tan sugerente como pulpo, jamón ibérico, croquetas caseras... Y por encargo arroz con bogavante o marinero.
El hecho de que en Ponferrada estén cerrados los interiores las dos próximas semanas y el resto del Bierzo no hará que muchos clientes asiduos se desplacen a los pueblos de alrededor, se lamenta David Belzuz, «lo que tampoco ayudará a frenar los contagios».
La Asociación de Hosteleros del Bierzo espera que sea el último cierre y recuerda a la Junta que las ayudas siguen sin llegar «a las cuentas bancarias de los empresarios, por no hablar de las indemnizaciones del Gobierno, que ni siquiera están convocadas».