Obituario. Ana Vives
Ponferradina y directora de Huelva Información
La periodista ponferradina Ana Vives, de 49 años y que desde 2019 era directora del periódico Huelva Información, falleció el pasado viernes en la capital onubense víctima de un cáncer contra el que llevaba luchando varios años, según informó ayer el rotativo andaluz.
«Era una trabajadora incansable y con un excelso sentido de la profesión periodística, y firme defensora de los valores y responsabilidades que conlleva», señaló ayer el medio en su portada digital.
Nacida en Ponferrada el 17 de julio de 1971, pasó gran parte de su vida en Pamplona, donde se licenció en Ciencias de la Información, como recordó en un comunicado la Asociación de la Prensa de Huelva. «Se hizo una imprescindible del periodismo local en Huelva a la vez que fue capaz de transmitir su profunda valía humana y su compañerismo», señaló la Asociación en un comunicado. La redacción de Huelva Información mostró también su dolor «por la pérdida de una compañera inigualable» y transmitió su más sentido pésame tanto a sus familiares como a todos sus seres queridos.
Sus compañeros
«Era una firme defensora de los valores y responsabilidades que conlleva»
Desde el año 1995 desarrolló su labor profesional en la provincia onubense, donde formó parte del equipo fundacional de Teleonuba, hasta ejercer como jefe de los servicios informativos de la cadena.
Desde 2007 formó parte de la redacción de Huelva Información y en febrero de 2019 fue nombrada directora del rotativo onubense, la primera periodista que ocupaba ese puesto. En el año 2017 recibió el Premio Huelva de Periodismo que concede la Asociación de la Prensa de Huelva por el reportaje ‘Una nueva mirada a la vida’, donde abordaba el cáncer de mama.
El pasado 18 de abril publicó su último artículo en el periódico que dirigía, donde mostraba las dificultades cotidianas para quien va en silla de ruedas. En el texto, reproducido ayer por sus compañeros, explicaba que la vida para esas personas en Huelva «se delimita a una recta sin inclinación o desnivel supeditados a la buena fe del prójimo (que la hay) y a la educación (que aún hay que ponerla en práctica) para hacer más llevadera la vida de los dependientes. ¿Y los cajeros? ¿Las terrazas? ¿Los mostradores? Mejor lo dejamos para otro día».