Tarsicio, ante el espejo de una foto

Tarsicio Carballo fue la gran sorpresa de las últimas elecciones municipales en Ponferrada. Pocos, por no decir él solo, pensaron que iba a doblar la representación del PRB con dos concejales. Un voto oculto en las encuestas que demostró que el histórico dirigente bercianista tiene tirón personal y político en una ciudad especialmente atomizada, donde los partidos se disputan el apoyo popular barrio a barrio, calle a calle.

No empezaron bien sus relaciones con el alcalde, el socialista Olegario Ramón, que le excluyó de las negociaciones del presupuesto de 2020 por sus aceradas críticas. «No podemos sentarnos a negociar con quien nos falta constantemente al respeto. En política puede haber discrepancias pero no esa falta de respeto», señaló Ramón el 4 de noviembre de 2019. En estos dos años, tampoco el equipo de gobierno le ha hecho mucho caso. Sirva de ejemplo los más de 100 escritos del PRB para que se hiciera un paso de peatones en Cuatrovientos que el alcalde no atendió.

Sin embargo, en el ecuador del mandato, Ramón necesita los dos votos del PRB ante el desafío más importante del resto de la oposición —PP, USE y CS—, a los que se ha unido el edil no adscrito Manuel de la Fuente, y que puede encerrar un alto coste político: la convocatoria de un pleno para eliminar la nueva tasa de basura aprobada por el equipo de gobierno en sus primeros meses de gestión con la justificación de que venía impuesta por la legislación europea.

Si la oposición suma más —sólo si Tarsicio y su otra concejala, María Arias, levantan la mano—, será una derrota difícil de encajar para el alcalde; si es rechazada la propuesta, PP, USE y CS no alcanzarán su intento de articular una mayoría contra el tripartito, aunque se da por sentado que una moción de censura es inviable por la disparidad ideológica de las fuerzas políticas que conforman ese frente contra Olegario Ramón.

¿Y qué va a hacer Tarsicio?. De momento, el portavoz del PRB no ha dicho qué votara, pero sí ha dado a entender que puede oponerse a la anulación de la tasa si el equipo de gobierno accede a rebajar la carga fiscal de los ponferradinos y ponferradinas en otros impuestos y tasas, lo que también deja con el pie cambiado al alcalde. Bajar impuestos es más discurso nacional del PP que bandera del Gobierno de Pedro Sánchez, que defiende los servicios públicos, algo que hay que pagar.

A Tarsicio Carballo no le gustaron las formas la semana pasada. Enterarse a última hora, poco antes de la rueda de prensa que se escenificó en la plaza del Ayuntamiento, cuando el escrito para pedir el Pleno estaba ya camino del registro municipal.

Pero el problema de Tarsicio Carballo no es la foto del resto de la oposición junta en el despacho de Manuel de la Fuente —que no tiene dónde encender el ordenador y la impresora tras abandonar el Grupo Socialista—, sino la imagen de la manifestación que recorrió Ponferrada el 7 de enero de 2020, poco antes de la pandemia, contra esa nueva tasa de la basura que ahora quiere eliminar el resto de la oposición. La protesta fue convocada en solitario por el PRB, sin apoyo del resto de fuerzas políticas.

Detrás de una pancarta donde se decía «No a duplicar la tasa de basura; no a la subida abusiva del agua. ¡Basta ya de burlarse de los bercianos!» se situó Tarsicio Carballo aquel frío martes con más de 300 entusiastas seguidores. A las puertas del Ayuntamiento, pidió la dimisión del alcalde y calificó de «ilegal» el nuevo recibo, y tampoco descartó ir a los tribunales.

Queda saber qué hará ahora el histórico bercianista, que considera «una encerrona» la propuesta de la oposición. De momento, dice que hará lo que sea mejor para Ponferrada, «como siempre ha hecho el PRB».

En su escrito, la oposición considera injusta la aplicación de la nueva tasa, más en un momento en el que la ciudad vive una crisis económica galopante por la pandemia, el final del carbón y la falta de proyectos alternativos. Los mismos argumentos que llevaron a Tarsicio a la calle.