Eliminación y control de elementos de riesgo
La Junta destina 204.000 euros a cerrar antiguos ‘agujeros’ mineros
Los alcaldes advierten del peligro de esos pozos y chimeneas abandonados en los montes
Imagen de archivo de los montes próximos a Tremor de Arriba. L. DE LA MATA
La Dirección General de Minas, dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, está afrontando un plan para la eliminación y control de elementos de riesgo dentro del proceso de abandono de la minería de interior en la comarca del Bierzo con un presupuesto total de 204.214 euros. Socavones, chimeneas y agujeros ‘negros’ que han quedado dispersos por los montes en cinco municipios bercianos: Toreno, Igüeña, Sobrado, Molinaseca y Páramo del Sil.
Todos ellos, explican varios alcaldes, son «un peligro» ya que han quedado dispersos por zonas de montaña utilizadas ahora para rutas de senderismo o en bici.
La orden fue publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León el pasado 24 de septiembre y los trabajos corren a cargo de Tragsa. El resto del presupuesto, hasta 425.000 euros, se desarrolla en los municipios palentinos de Cervera de Pisuerga, La Pernía y Dehesa de Montejo.
Muchos de los trabajos ya han sido ejecutados en la comarca del Bierzo y han consistido en el desbroce de la zona y el sellado mediante la colocación de una valla metálica con malla galvanizada.
Actuaciones
La mayoría son trabajos de vallado y se realizan en Igüeña, Toreno, Sobrado, Molinaseca y Páramo
Los cinco municipios bercianos tienen múltiples problemas de este tipo, aunque la situación es distinta en cada uno de ellos. En el caso de Sobrado, afecta a una antigua cantera, según explica el alcalde, Antonio Moldes.
En Molinaseca, la problemática con consecuencia de la antigua mina de hierro de Onamio. Según su alcalde, Alfonso Arias, es muy difícil cuantificar el número ya que las galerías se han ido hundiendo completamente. «Algunas tenían una malla para que no se cayera nadie, pero como han ido aumentando el diámetro se las ha tragado literalmente», explica Arias, que pide nuevos esfuerzos por parte de las administraciones para sellar estas zonas por su peligro más que evidente.
La partida que ha destinado la Junta, que en algún caso se ha dividido en dos anualidades, es muy pequeña para la dimensión de un problema que aún no se ha afrontado en toda su dimensión. Los municipios mineros del Bierzo están llenos de antiguas instalaciones abandonadas. Bocaminas, castilletes, lavaderos, cargaderos... Ya en 2019, la misma Consejería inició algunas actuaciones pequeñas en Santa Cruz de Montes y Molinaseca con el mismo objetivo de eliminar potenciales peligros.