Exposición
Las fotos de Vicente Nieto se enganchan al cine de Berlanga
La muestra ‘Berlanguiano’ en Madrid incluye imágenes del berciano
¿En qué se parecen Vicente Nieto Canedo (1913-2013), el fotógrafo berciano de la mirada furtiva que solo al final de su vida vio como se reconocía su talento con la cámara, y el cineasta Luis García Berlanga (1921-2010), director de películas como Bienvenido Míster Marshall, El verdugo, La vaquilla o La escopeta nacional ?
El primero, nacido en Ponferrada pero emigrado a Madrid en la adolescencia, se alistó en el bando republicano durante la Guerra Civil y, aunque posiblemente no llegó a disparar ni un solo tiro durante el conflicto, comenzó en la Columna Mangada a pulir una forma de captar la realidad que años después le llevaría a retratar el Madrid de la posguerra y el desarrollismo, la ciudad que crecía en el extrarradio y los pueblos todavía envueltos en la miseria, con una intuición y una sensibilidad a la altura de los grandes maestros como miembro discreto de la Real Sociedad Fotográfica. El segundo fue otro genio en lo suyo, el cine, después de alistarse en la División Azul para combatir en Rusia junto a los nazis y que su familia no sufriera represalias políticas del franquismo.
Los dos, o al menos la huella que dejaron, se han encontrado estos días en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde tres imágenes de Vicente Nieto han sido escogidas para formar parte de la exposición sobre la España de Berlanga en el centenario del nacimiento del cineasta. «Si Vicente viera hoy sus fotografías junto a las de Robert Frank o Cristina García Rodero alucinaría», decía ayer quien fue su amigo y uno de los máximos responsables, junto a Mar Palacio, Amando Casado y Jesús Palmero, del descubrimiento del arte y el talento de Nieto; el también fotógrafo aficionado Marcos López, otro ponferradino emigrado a Madrid, donde es enfermero, y deslumbrado por la luz.
La conexión entre Nieto y Berlanga es evidente en imágenes como la que el fotógrafo tomó de dos guardia civiles de los de tricornio y pistolera, apuntando en una caseta de tiro de feria con escopetas de perdigones, durante un viaje a Irún en 1958. Parece una imagen salida de La escopeta nacional . La comisaría de la muestra ‘Berlanguiano’ organizada por la Academia del Cine, Esperanza García, y la coordinadora Belén Gil, también han seleccionado de la obra de Nieto —de la que es albacea Marcos López y donada en parte al Ministerio de Cultura— una imagen del rancho en la Columna Mangada y otra de un grupo de mujeres en un lavadero. Otra foto de Nieto, un desmonte madrileño en 1960 con los nuevos bloques de viviendas al fondo, también forma parte del libro Madrid que el leonés Andrés Trapiello ha convertido en un best-seller.
«La obra de Vicente Nieto ya vuela sola», opinaba ayer la que era directora del Instituto de Estudios Bercianos, Mar Palacio, cuando en 2009 Marcos López se puso en contacto con la institución para organizar la primera muestra de fotografías del berciano. Vicente Nieto tenía 96 años el día en que volvió a pisar las calles de Ponferrada, todavía sin creerse que sus fotografías colgaran de una sala de exposiciones, y se recorrió el casco antiguo de su infancia con una energía y una curiosidad envidiable, recordaba Palacio. «Nos agotó a todos».
Guardias civiles en un puesto de feria. VICENTE NIETO
López, Nieto y Palacio. DL