Cerrar

Ponferrada

La oposición reclama un plan de movilidad contra la improvisación

El cambio en la zona ‘Ponferrada 30’ desata las críticas por «arbitrariedad» en la gestión del tráfico

Señalización pintada hace unos días en la avenida del Bierzo de Ponferrada. L. DE LA MATA

Ponferrada

Creado:

Actualizado:

Improvisación, deriva y arbitrariedad fueron algunos de los sustantivos empleados ayer por la oposición en el Ayuntamiento de Ponferrada para referirse al paso atrás dado por el equipo de gobierno en la implantación del límite de velocidad a 30 kilómetros por hora también en los accesos a la ciudad con dos carriles en cada sentido. Un reajuste que se veía venir, en palabras de los portavoces de USE Bierzo y Ciudadanos, y que pone de manifiesto —defendió Samuel Folgueral— la necesidad de un plan de movilidad que permita tomar decisiones y aplicar medidas bien vertebradas.

«Una ciudad que debería tener la movilidad como uno de sus ejes principales de gestión carece de la mínima planificación. No se pueden tomar decisiones sobre el tráfico de vehículos y peatones sin un plan de movilidad. Se decide de forma totalmente arbitraria y sin ningún conocimiento de cuál es la infraestructura del municipio en este apartado», aseguró Folgueral, afirmando que dicho plan «se podría insertar en una revisión del Plan General o en un documento independiente».

«No se ha hecho ninguna de las dos cosas y los resultados están ahí: improvisación, trastornos a la ciudadanía y la enésima rectificación de un equipo de gobierno a la deriva», añadió el portavoz de USE, adivinando que esta rectificación sobre los límites de velocidad en los accesos a Ponferrada no será la última. «El remiendo consistente en dejar diez puntos de limitación a 30 kilómetros por hora va a seguir generando problemas y una confusión inmensa a la población. Se alumbra otro cambio de decisión en cuanto a movilidad, ya que estamos ante un nuevo a ver qué pasa», dijo Samuel Folgueral. Prácticamente el mismo argumento que el empleado por la portavoz de Ciudadanos, Ruth Morales.

USE y Cs
Adivinan que habrá más cambios y dicen que el gasto en señalización demuestra que no era una medida provisional

«Una vez más se pone de manifiesto la arbitrariedad y la improvisación con la que trabaja el equipo del señor Ramón que, después de pintar las señales horizontales y de cambiar la señalización vertical, se ha dado cuenta de que esta medida no solo es absurda y parcial, sino que además perjudica gravemente a los usuarios de estas vías», defendió Morales, especialmente crítica con el gasto que se ha hecho en la nueva señalización, cuando las necesidades viarias de la ciudad son otras. «Está claro que no era una medida provisional, como nos querían hacer creer, porque se han gastado un tiempo y un dinero muy valiosos en pintar todo eso y, mientras tanto, otras muchas vías permanecen en un auténtico estado de abandono», denunció la portavoz de la formación naranja.

Queda claro que a los grupos de la oposición no les vale el argumento del concejal de Movilidad, José Antonio Cartón, sobre que el cambio en las medidas aplicadas era algo previsto si el nuevo sistema no funcionaba y que el coste derivado de lo hecho es mínimo. «Solo han dado marcha atrás porque se han visto entre la espada y la pared», consideró Ruth Morales, aludiendo tanto a la presión ejercida por la oposición como a la de la propia ciudadanía, manifestada en «innumerables quejas», dijo. Denuncias antes una decisión «unilateral». También en criticar esto coincidieron USE y Cs.

Samuel Folgueral lamentó haber tenido que enterarse de los nuevos planes del equipo de gobierno por los medios de comunicación. «A la hora de darle la vuelta, lo hacen de forma parcial para intentar hacer ver que no estaban equivocados del todo. Es, al menos, lo que hemos leído en medios de comunicación, ya que no se cuenta con la corporación para tomar estas decisiones arbitrarias», afirmó el portavoz de USE.

«Ciudadanos lleva, desde el pasado mes de mayo, solicitando al equipo de gobierno que recapacitara por tratarse de una medida muy restrictiva que perjudicaba gravemente a los usuarios y cuyo único fin era un afán recaudatorio. Pero el tripartito, acostumbrado al ordeno y mando, no escuchó las reivindicaciones de este grupo ni de los ponferradinos, contrarios a que se les impusiera de manera discrecional y unilateral esta reducción», refrendó Ruth Morales.