La Confederación saca a consulta pública su Plan Hidrológico hasta 2027

El Boletín Oficial del Estado publicó ayer el inicio de la consulta pública del Plan Hidrológico 2022-2027 de la demarcación del Miño-Sil, que preside José Antonio Quiroga, para propuestas, alegaciones o sugerencias en el plazo máximo de 6 meses desde hoy miércoles, 23 de junio. En este tercer ciclo de planificación hidrológica, según explican fuentes del organismo público, se ha llevado a cabo una nueva caracterización, delimitación y adecuación de las 279 masas de agua superficial consideradas durante el segundo ciclo, incrementándose a 287. Asimismo, la delimitación de las masas de agua subterránea -que en los ciclos de planificación precedentes eran seis- ha aumentado hasta 24, «fruto de la mejora del conocimiento de las mismas gracias a la colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España».

Actualmente el 30% de las masas de agua superficial y el 4% de las masas de agua subterránea no alcanzan el buen estado, por lo que se hace necesaria la ejecución del Programa de Medidas previsto en el Plan. Este Programa de Medidas y la aplicación de la normativa son los elementos fundamentales que deben permitir alcanzar el buen estado en todas las masas de agua antes del año 2028. La depuración y el saneamiento de vertidos urbanos es una de las problemáticas más señaladas en el caso de la demarcación hidrográfica del Miño–Sil, debido, sobre todo, a la gran dispersión poblacional que dificulta la implantación de sistemas generales de saneamiento y a las presiones e impactos significativos que provoca la contaminación de tipo puntual.

En este sentido, el Programa incluye 117 medidas con un coste total de 117,41 millones de euros de los que el 52,54% será financiado por la Administración General del Estado, el 23,47% por las comunidades autónomas y el 23,99% restante por las entidades locales.

En la demarcación del Miño-Sil, un 28,92% de las masas de agua superficial están sometidas a presiones hidromorfológicas significativas. El Programa prevé 35 medidas de mejora de las condiciones con un coste total estimado de 62,686 millones de euros. Destaca, además, la mejora de los procesos ecológicos y recuperación de la continuidad longitudinal y conectividad lateral con sus llanuras de inundación en los ríos Burbia y Cúa, entre otros, por 7,5 millones de euros y la presa de San Facundo en el municipio de Bembibre, por 2,3 millones, según las mismas fuentes.