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Exigen una alternativa

Cinco hermanos y un clamor contra el cierre de la Escuela Hogar

El presidente de la Diputación se une a la manifestación para pedir la continuidad del centro Las Encinas y pide a Mañueco que recapacite

Ponferrada

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Alaín está en la edad en la que no se puede parar quieto. Trepa por la valla que protege la rampa de acceso a las oficinas de la Junta de Castilla y León en Ponferrada. Se abraza a una columna. Se cae y se levanta. Y de nuevo se encarama sobre la valla mientras sus cuatro hermanos colocan una pancarta pintada con aerosol rojo sobre una sábana blanca a las puertas de la delegación autonómica para pedir que no se cierre la Escuela Hogar, donde los tres mayores han residido de lunes a viernes durante el último curso.

Alaín, pura inocencia, todo entusiasmo y algo de cabezonería, porque no le hace ni caso a su tía Mónica, vivió ayer un mañana agitada. Una mañana de juegos entre banderas rojinegras de la Confederación General del Trabajo, banderas blancas y verdes del sindicato CSIF, banderas rojas de la UGT o blancas con el logo rojo de Comisiones Obreras.

Quienes las sostenían, delegados sindicales de la Junta de Personal Docente y el Comité de Empresa del centro, llevaban camisetas verdes con emblemas a favor de la enseñanza pública o petos del mismo color con las siglas de su formación. Por allí también estaban otras personas sin logos ni camisetas, pero también con unas siglas detrás, como el presidente socialista de la Diputación de León, Eduardo Morán, aunque Alaín, a sus cinco años, no podía saber que era un señor importante.

Morán, que la semana pasada ya reclamó a la Junta de Castilla y León que no cierre la Escuela Hogar Las Encinas sin ofrecer un alternativa similar a los menores —empezaron el curso 18, terminaron 14, según los profesores— volvió a insistir ayer en que la administración autonómica está actuando mal clausurando el centro para acondicionar la residencia universitaria que prometió a la Universidad de León sin habilitar el colegio Luis del Olmo, vacío en La Puebla, como alternativa para los menores, como también había comprometido. «Si la Junta ha dictaminado el cierre es porque no conocen el servicio que desde aquí se prestaba desde hace más de 30 años; ni conocen el servicio que ellos mismos ofrecían, ni han entendido la importancia que tiene para los niños y sus familias», se lamentó antes de anunciar que por la tarde tendría la ocasión de pedirle en Sahagún al propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que no cierre la Escuela Hogar el próximo curso «mientras no haya alternativa a un centro ex profeso para los chicos». Morán recalcó que los menores que acuden a la Escuela Hogar, un centro de ámbito provincial, están en una situación vulnerable. «Necesitan una atención especial que no se puede resolver en ningún otro colegio de la comarca del Bierzo ni de la provincia», dijo.

En la Escuela Hogar han residido, por ejemplo, los tres hermanos mayores de Alaín; José Daniel, de 13 años, Yeray, de 11 y Víctor Manuel de nueve. Y el propio Alaín y su hermano Yago, de ocho años, hubieran sido candidatos a ingresar en el centro si no mejoran las cosas para su padre Víctor; tan desbordado por tener que criar a cinco hijos que ha tenido que pedir ayuda a su hermana Mónica y a la abuela de los pequeños, su madre Paqui. «Es un lugar irremplazable, que únicamente las personas que trabajan ahí y los niños y las familias que no les queda otra opción que recurrir a este servicio saben de su importancia y valoran la necesidad de que continúe abierta porque nunca sabes lo que te va a deparar el futuro, ni cuando vas a necesitar una escuela hogar en tu vida», escribía la propia Mónica Gomes, portavoz de los padres, en una nota que previamente envió a los medios de comunicación.

Pero Alaín, con alma de escalador, no pensaba ayer en su futuro. Ni en el agobio de su padre. Ni siquiera hacía caso a su tía Mónica, que le reñía para que dejara de subirse a la valla.

Seguro que tampoco sabía quién era Lorena González, la concejala de Bienestar Social de Ponferrada, que, indignada, acusaba a la Junta de Castilla y León de «mentir». González, de Podemos, insistió en que tiene escritos de la Consejería de Educación en los que le ratifican el compromiso de trasladar la Escuela Hogar al colegio Luis del Olmo, un centro, por cierto, que se quedó sin alumnos después de que se convirtiera en un gueto; solo escolares del vecino poblado gitano se matriculaban allí.

Delegados sindicales a las puertas de la Junta. CF

González, entre el clamor de los manifestantes que pedían que la Escuela Hogar no se cierre y gritaban la consigna ‘La Escuela pública no se vende, se defiende’ estaba ayer realmente enfadada porque la Junta, afirmó, «deja desamparadas a las familias».

Y en la misma línea se expresaron los delegados sindicales. Por allí estaban también representantes de Coalición por el Bierzo, de la UPL, de Izquierda Unida....

Alaín oye el clamor, las quejas de los mayores. Sus tres hermanos más grandes reconocen, bajo las mascarillas, los rostros de quienes han sido sus profesores, del personal laboral que cocinaba y limpiaba el centro y que ahora se queda en la calle. Y Alaín no deja de trepar, de moverse como una culebrilla entre las banderas. Hasta que su tía Mónica se harta. «Un, dos, tres... —cuenta antes de gritar— ¡Baja de ahí!». Pero Alaín está a lo suyo, que es jugar.